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Tetsu Nishida nació sin padre. Su mamá la había criado como madre soltera alejada de la sociedad por sus primeros años. Yuko Aizawa había sido expulsada de su casa en cuanto su familia se enteró del amorío con el villano. Aun así optó por casarse y formar una familia pese a la situación.

Tras varios años logró regresar a la ciudad y tuvo la fortuna de ser apoyada por su hermano menor, Shota Aizawa. Entre ambos criaron a la pequeña Tetsu Nishida. A corta edad notaron el destello de sus ojos y tras varias pruebas comenzaron a tener una idea de lo que podría ser su poder. Al tener la piel marcada, sus abuelos no la quisieron ni conocer.

Un día, durante sus últimos años de primaria, Nishida caminaba de regreso a su casa, no estudiaba lejos por lo que la dejaban caminar sola de regreso. Estaba distraída por lo que no había notado que un extraño señor iba detrás de ella. Fue sorprendida cuando un paño cubrió su cara impidiendo que pudiera respirar. Comenzó a patalear y sus gritos fueron ahogados.

Comenzaba a desesperarse y a llorar rogando mentalmente que si la mataban, que fuese rápido y sin dolor. Pronto sintió como lograba escapar del ataque. Comenzó a correr y una vez estuvo a varios metros giró su cabeza sin dejar de correr viendo como aquel hombre que había intentado raptarla estaba siendo dominado por una sombra, una mancha negra sin mucha forma.

Aquella fue la primera vez que Nishida vio a su papá.

Pero claro, ella no lo sabía. No notaba que a casi todos lados a donde ella iba, una sombra negra la protegía.

En su último año de secundaria cayó enamorada a los pies del líder de una de las pandillas más peligrosas de su escuela. Mala elección. Ese chico conocía a la perfección a Tetsu, sabía quien era su papá e intentó usar a la chica para llegar hacia el villano. Su sueño era conocerlo y ser como él. En cuanto Nishida lo notó, confesó que ella no lo conocía en realidad y que no tenía planes de llevarlo con él.

Esto lo enfureció.

Comenzó a estrangularla con odio y enojo. Su vista se estaba nublando a medida que dejaba de respirar y de recibir oxígeno. Con su último suspiro logró sacar una navaja que guardaba en su pantalón encajandola en su brazo. El chico se sorprendió y terminó por soltarla pero el ataque no terminó ahí.

Comenzó a atacarla con puño limpio y fue gracias a que una sombra logró detenerlo que ella finalmente comenzó a atacarlo. Lo apuñaló repetidas veces mientras gritaba y lloraba. Finalmente ella cayó rendida y a su lado el chico en un charco de sangre.

Durante el juicio la dejaron libre pues las marcas en su cuello habían demostrado que actuó en defensa propia. Pero aun así, había sido un evento traumático para la chica. Aquella vez mientras caminaba a su casa desde el hospital tras haberse quitado el yeso del brazo, entró en pánico.

—¡Sal de ahí! ¡Sal de donde quiera que estés! —gritó a todo pulmón hacia el vacío.

Pronto una sombra comenzó a tomar forma y a los pocos segundos apareció la imagen oscurecida de su papá frente a ella.

Sabía quién era pero no lo podía creer. Lanzó un puñetazo pero la figura de su padre se deformó abriendo paso a que el puño pasara sin tocarlo y luego retomando su forma otra vez.

—¡No te quiero ver! ¡Lárgate! ¡Déjame en paz! —berreaba mientras comenzaba a llorar.

—Hija mia, solo estoy protegiendote. No dejaré que nada malo te suceda.

—¡Esto es tu maldita culpa! ¡Por ser tu hija es que me persiguen las desgracias!

—Lo sé. Estoy arrepentido de muchas cosas pero no de haber conocido a tu madre y de haberte concebido. Me arrepiento de todos mis crímenes y es por eso que ahora estaré protegiéndote.

Nueva Sensei (Shinso Hitoshi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora