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Quisiera romper los relojes, olvidarme del tiempo que me restaba mientras que el subiera a ese avión olvidándose de mi, el y yo fuimos criados en la misma parte de la ciudad conseguimos estas cicatrices en el mismo suelo me rehusaba a aceptar que él se iba.
¿No te quedaras a media noche? Suponía que no, desde que el pise el aeropuerto, nuestros horarios se iban a descontrolar.
La única vez en la cual estábamos sumergidos en nuestras copas hablando de nuestros traseros, que fue la noche que más ame, pero ni pasada de copas tenía las fuerzas de decirle mis sentimientos.
Maldita vida.
— Quita esa cara Emma, no le está pasando nada malo a Diego, al contrario, es una gran oportunidad que juegue para el Real Betis, jugar en la liga Europea siempre fue su sueño ¿no?, simplemente se ira por un tiempo.
¿Por un tiempo?, él se iría y sin más se olvidaría de mí.
Yo sé que Diego siempre había anhelado jugar en Europa. Cuando hablábamos de nuestras metas, en aquellas conversaciones de madrugada y él me contaba sobre ello, una felicidad enorme me invadía, sabía que él lograría jugar en Europa, lo amaba tanto que el hecho de que cumpliera su sueño me hacía inmensamente feliz. Ahora que lo está viviendo y que eso lo obliga a irse a cientos de kilómetros mi trae consigo un sentimiento de egoísmo porque no quiero que se vaya, no lo quiero perder.
Frunzo mi ceño mientras tomaba mi manzana para caminar hasta la casa de Diego, en donde me despediría de él.
Ni siquiera me despido de mis padres, simplemente salgo de mi casa.
Quito la lágrima que bajaba por mi mejilla, no iba a volver a llorar, luego de que Diego me déjese eso, decidí retirarme de la casa Lainez.
Me disculpaba por haber hecho eso desde hace una semana, esa semana volvíamos a desvelarnos, pero las conversaciones se sentían despedida, había aguantado todas una semana sin llorar mientras me mentalizaba que él no se iría pero, acá estaba camino hacía su casa para despedirme definitivamente de él.
Paro de caminar al visualizar a Frida y Paulo abrazar y despedirse de Mauro, él mete su maleta en la camioneta de su padre y sigue despidiéndose de Pau y ambos caminan de nuevo hacía su casa.
No podía.
Pero tenía que hacerlo, apresuro mi paso para llegar lo antes posible a la casa de los Lainez, al ya estar enfrente, Mauro y Pau me miran para sonreírme levemente.
— Pensé que no vendrías.
Dice Mauro mientras me saluda con un abrazo.
— Hasta me estaba preparando para obligar a Diego irse, el prometió que no se iría sin que tu entraras a casa y lo abrazaras.
Mi corazón se encoge, no podía verlo, mi vista se nubla, sentía que todo se encogía.
— Emma — la señora Mary me saluda y me abraza, le correspondo el abrazo, la abrazo fuerte.
— Él está esperándote, no quiere salir de casa si tu no llegas con él.
Asiento mientras camino hasta adentrarme a la casa, los padres de Diego me miran triste mientras me abrazaban.
El señor Mauro, me indico en donde en realidad estaba Diego, le agradezco mientras me encamino hasta el lugar en donde el me había dicho una semana antes que se iba a Sevilla.
Sostengo mi cuerpo en una pared mientras pensaba si entrar al lugar en donde estaba Diego o darme media vuelta e irme, huyendo como una cobarde, sin despedirme de él.

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AM | diego lainez
Fanfiction❝¿No te quedaras hasta la media noche?. ❞ •Adaptación de AM| Ross Lynch, inspirada en la canción AM de 1D•