05.

3K 216 81
                                    

Y esa fue la última vez que supe de él, sabía que estaba bien porque Ivanna siempre lo gritaba, gritaba que siempre se la pasaba hablando con ella, y que a la mayoría de nosotros nos había olvidado, y que a ella la amaba, y de hecho estaba rumorando que se iría con él en unas semanas.

Diego había leído los mensajes que le envíe aquella misma noche que se había ido, pensando que tal vez, solo tal vez podría funcionar nuestras conversaciones de madrugada a distancia. Una completa basura.

Al principio entendía, sabía que los entrenamientos lo tendrían agotado y que lo menos quería era desvelarse, trataba de entender que su vida en Sevilla era diferente, que ahora más que nunca tenía que comprenderlo, estar feliz por él pero siempre había en mi una espina en mis pensamientos que me decían "cuando alguien te importa, le dedicas al menos 10 segundos de tu tiempo", sus madrugadas ya no eran para mí.

No me había devuelto los mensajes, simplemente un visto, estaba más que claro que él estaba bien, publicaba muchas fotos en Instagram, los primeros días le comentaba muchas cosas, él simplemente las ignoraba.

Seis meses de que se fue, y nada fue igual, habíamos cambiado, me incluyo por supuesto.

Tenía una gran relación con Sebastián.

Evidentemente Edson, Frida y Paulo no les gustaba para nada pero de igual manera trataban de apoyarme.

Sebastián quería llevarla a lo sentimental, a lo que me estaba negando los primeros meses cuando empecé a juntarme más con él, le explique el por qué, el simplemente comprendió. Sebastián se comportaba realmente bien, junto a su mejor amigo, Kevin Alvarez. Me llevaba excelente con ambos, este último había entrado dos semanas después de que él se fue.

- Emma - saludo Kevin mientras se sentaba enfrente de mí cierro mi computadora para prestarle atención.

- Henry - ambos reímos.

- ¿Si iras este fin de semana, cierto?

Sonrío.

- Por supuesto, ¿Si ira Sebastián? - niego mientras maldecía mentalmente, debía dejar de preguntar siempre por Sebastián, es decir, no podía sentir algo por él, pero últimamente, quería saber de él.

Kevin sabía lo que pasaba, el sonrió asintiendo mientras tenía su mirada fija en mí, ocasionando que sufriera de algo llamado sonrojo.

- Y hablando de Córdova.

Giro mientras veíamos a Sebastián correr hacia nosotros, sonrió.

- Enano, bonita - se dirige a mi mientras me besa mi mejilla, le devuelvo el beso mientras me acomodaba en mi asiento.

- Gracias por recordármelo, pero, soy más alto que Emma, ella es la maldita enana.

Le tiro mi lápiz que estaba a un lado de mi computadora para empezar a reír los tres.

- Como sea, ¿Sigue en pie lo de ir este fin de semana a tu casa de campo?.

- Si, de hecho le estaba comentando hace unos momentos a Emma, mi papá se irá este fin de semana y regresan hasta el jueves en la tarde.

Sebas me mira, asiento.

- Sera un gran fin de semana.

( . . . )

- Claro que sí.

Bien, no había terminado de decir a donde era el lugar en donde estaría todo el fin de semana, solo escucho el nombre de Sebastián y mi madre acepto gustosamente.

Sutiles diferencias con Diego, no me molestaba, me parecía extraño, no sé porque no le agradaba a mis padres, a Mauro por el contrario mis padres lo apreciaban demasiado. Pero desde que él me había presentado a si hermano compartía más tiempo con Diego, y ahora, hace cinco meses con Sebastián, prácticamente mis padres casi no sabían de él como lo era con Mauro y Diego. Pero en fin.

AM | diego lainez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora