AM | diego lainez

09

"Solo estábamos sumergidos en nuestras copas hablando tonterías"

Los cuatro volvemos a estallar en risas, me levanto de mi asiento para caminar hasta la cocina por más bebidas.

Habían pasado dos días desde la fiesta, y dos días de eso que me sonrojaba de solo recordar esa noche, quería mucho a Sebastián, nada había cambiado entre nosotros de hecho, nos habíamos unidos muchas más, era lunes y eso significaba día de ir a la Universidad, cosa que odiaba con mi vida.

Pero esa mañana la estaba pasando bien con mis amigos; Frida, Edson y Paulo se habían quedado a dormir porque mi familia había salido de viaje, aunque sabía que mamá quería que llamara a Sebastián y que él se quedara conmigo, pero Sebas quería que también pasara tiempo con ellos.

Era un amor.

( . . . )

Ese día había descartado la posibilidad de ver a Lainez, de hecho si me lo topaba lo saludaría y seguiría mi caminar, como siempre.

No sentía nada por Lainez, quería y respetaba mucho a Sebastián.

— Deja de pensar bonita — Sebas toma mi bolso para hacer espacio en la mesa y sentarse junto a mi,  sonrió mientras tomaba el último sorbo de café, volteo hacía él para darle un cálido beso y  muerde levemente mi labio

— ¿Sabes que te quiero, verdad?—susurra — Te quiero tanto.

Vuelve a besarme pero recibimos un empujón de Kevin y Nailea que caminaban hacia afuera, ambos reímos para tomarnos de la mano.

Nos encontrábamos Edson, Sofía, Paulo y Frida en una mesa del campus, era una lejana en el patio principal, teníamos vista de quienes entraban y salían de la escuela.

— Vamos, es solo de tomarle lógica — dice Sofía hacía Edson volviendo a la plática que teníamos antes que Sebas, Kevin y Nailea se incorporan.

— Bien, ¿Quién en su sano juicio deja a la persona que mato en su casa? — digo.

— Joder, solo es un maldito caso de CSI — dice Edson — únicamente tienes que verlo y no ponerte a pensar si es lógico o no — Sofía rueda los ojos y todos reímos.

— ¿A dónde iremos hoy? — pregunta después Edson dirigiéndose a Sofía

— Hoy es lunes, eso significa que tengo que ir a comer con mi papá amor—dice Sofía.

Edson hace un puchero .

— Hoy no te darán.

Lo miro con una sonrisa, Edson me mira — A ti tampoco — dice.

— Hey yo le di el viernes — empiezo a gritar mientras me lanzaba encima de Sebastián para que se callara.

Todos fijan sus miradas en nosotros.

— ¿Cómo mierda no sabíamos eso? — gritan al uniso.

— No es su asunto — digo mientras me escondía en el cuello de Sebastián, él no paraba de reír.

— Bien, lo siento, dejen de reírse chicos — Sebas me toma de la cintura para sentarme en sus piernas y besar mi mejilla riendo.

Kevin estaba por decir algo cuando varios gritos se escucharon en la entrada, y una Ivanna apresurada aventaba a todos los que se le cruzaban en su camino intentaba llegar a la entrada.

Frunzo el ceño sin entender nada, miro a los chicos, ellos se encogen de hombros mientras se giraban su vista  hacía la entrada.

— Tonterías —  asiento mientras volvía a sentir los brazos de Sebastián en mi cintura — ¿Me dirás que es lo que escribes en esa hoja? — señala la hoja que estaba encima de mi cuadernos, era mi tarea de literatura, un poema que le teníamos que escribir hacerca de un sentimiento y yo había escrito sobre Sebastián, niego.

Me separo de él para sentarme a su lado, el asiente, acaricia mi mejilla lentamente mientras se va acercando a mi rostro, pero de un momento a otro Sebas se separa de mi y empieza a correr con la hoja en sus manos.

— ¿Qué mierda? — dice Paulo viendo a Sebastián  subirse a la mesa con la hoja en sus manos.

Tardó en reaccionar que Sebastián tenía mi hoja privada en sus manos.

— ¡Sebastián quiero mi hoja! —  grito mientras intentaba subirme a la mesa, él niega riendo mientras intentaba leerla.

— Mi amor, solo un párrafo.

— Sebastián no, es vergonzoso — empiezo a reír mientras me lanzaba a él cayendo encima de la mesa, bueno él fue al que más le dolió la caída.

Yo estaba encima de él pero toma mi cintura riendo, la hoja había salido volando, ambos nos miramos, amaba sus ojos, amaba que me tocara, lo quería a él.

Sebastián me besa lentamente mientras yo ponía mi mano en su pecho, sonrío contra sus labios encantada.

— Saben que los amo, pero es un mal momento — dice Frida, me separo de  para verla, ella tenía su semblante serio.

Ambos nos levantamos para girar nuestra vista  hacia donde ella miraba, suelto a Sebastián, mis manos empiezan a temblar al verlo entrar con tanta elegancia en su paso, junto a su hermano, él estaba saludando a todos.

Niego girándome hacia Sebas, me siento en la mesa mientras empezaba a tranquilizarme, estaba todo muy mal... yo estaba mal.

— Todo está bien — Sebastián toma mi rostro en sus manos, niego.

Abro la boca para decir algo pero una persona se posiciono a un costado de nosotros, cruzo los dedos rogando de que no sea él quién estaba con nosotros.

— ¿Podrías ya soltarla?, mira como esta, vaya que no la conoces, entrara en estado de pánico —  mi mirada se nubla al escuchar su voz, y sus palabras.

Me daban terror aceptar que seguía conociéndome tan bien.

— ¿Y tú qué mierdas pretendes acercandote de esa manera? — dice Sebastián.

— ¿Tú que mierda pretendes estando en mi lugar?

Lo miro, él me mira, ambos estábamos cruzando mirada, hace tanto tiempo que no lo hacíamos.

Me levanto para colocarme enfrente de él, quería salir huyendo de su lado, pero no podía manejar mi cuerpo.

Diego niega mientras me jala del brazo y me abraza, suspiro mientras intentaba corresponder ese abrazo.

Pero no podía.

No quería.

Me daba miedo.

Él había vuelto.

Él había vuelto para volver a confundir mis sentimientos. 

Las amo chicas, gracias por comentar, son un amooooor de persona.  🤍