Enamorada de... ¿Mi jefe?

Capitulo 1

Mi alarma comienza a sonar a las 6:00 a. m. La realidad es que, sin ganas de hacerlo, me levanto poco a poco de la cama y luego de varios bostezos, recojo la misma y me voy a tomar una ducha. Tengo 20 años, ahorita mismo vivo sola en un pequeño apartamento en NY y voy en busca de trabajo. Cuando termino de bañarme, cepillo mi cabello mojado y me miro con cara de asco... ¡a buscar el maquillaje que esta carita no se arregla por sí sola! Pero, claro, antes me visto eh..? Hoy es un día un tanto especial para mí, ya que tengo, por fin, una entrevista de trabajo. Opto por ponerme una camisa manga larga blanca de vestir, una chaqueta negra y una falda a juego, lo combino con unos tacones negros, que están para morirse y para darle un poco de luz, una cartera básica color crema. Decido soltar mi cabello colorao' y dejo que este caiga sobre mis hombros, pinto mis labios de un color claro y estoy lista... Es algo sencillo, pero funcionará.

- Bien, es hora de ir a esa entrevista -me digo observándome en el espejo-.

Tomo las llaves de mi auto y observo mi reloj, es mejor que me vaya moviendo, hay mucho tráfico el día de hoy y no quiero llegar tarde.

***

Tomo asiento en uno de los sillones que están en la sala de espera y luego de un suspiro comienzo a observar el lugar. Los nervios deambulan por la sala, puedo notarlo pero hacen que me sienta un poco más tranquila, porque no soy la única con los pelos de punta, es obvio que todos desean este trabajo. Esta es una empresa muy elaborada, tan solo los diseños que tiene la misma te hacen darte cuenta. Paredes de cristal, asientos de un material extremadamente costoso, pisos tan limpios que pudieras comer en ellos, y empleados vestidos con sus prendas que se nota que con ellas puedo pagar un mes de mi apartamento. Me hundo un poco en el asiento al sentirme mal por no haberme puesto algo más... Ya saben, profesional... ¡Maldita sea! Una chica me aleja de mis pensamientos.

- ¿Señorita Collins? -pregunta una secretaria-.

- Soy yo -digo levantándome del sillón—.

- Un placer, soy Emely, la secretaria de esta empresa,- dice tendiéndome la mano-, creo que tenías una entrevista postulada para el día de hoy, por favor pasa conmigo- dice  llevándome a una oficina-.

- Toma asiento -dice una vez estamos en la misma-.

- Gracias Emely -digo sentándome-.

- Vuelvo enseguida.

Estoy completamente nerviosa, pues era mi primera entrevista de trabajo. Salí hace un año de la universidad, así que imagínense. Luego de esperar unos 2 o 3 minutos, Emely entra de nuevo a la oficina.

- Lo siento, pero me acaban de informar que la chica que te iba a entrevistar no está en el día de hoy y no te puede entrevistar.

- ¿Qué? -digo con los ojos abiertos como platos sintiendo mi corazón a mil-. 

- Señorita Collins, lo siento, pero no puedo hacer nada en estos instantes...

Cierro mis ojos fuertemente. No puedo creerlo.

- Está bien, gracias de todos modos -digo suspirando-.

Menuda mierda.

Me pongo en pie y salgo de la oficina cabizbaja. Me dirijo al baño de la empresa y me observo en el espejo. Mi rostro está completamente pálido tras esta mala noticia. Ya no tengo ninguna esperanza al parecer de entrar en esta empresa. Se preguntarán por qué estoy tan melancólica si puedo ir a otro lugar... pues estudié en la NYU, nos mencionaron tanto sobre esta empresa que mi sueño era poder entrar, por lo que esta noticia, me deja un mal sabor en la boca. Suelto un gran suspiro y arreglo mi cabello. La realidad es que no me puedo desanimar por eso, si no es en esta empresa, puede ser en otro lado... aunque no sea lo que yo quiera. Salgo del tocador y comienzo a caminar mientras tomo mi móvil y busco el número de mi mejor amiga Rachel, con la cual no hablo hace mucho tiempo. Pero me golpeo con alguien y mi teléfono cae al suelo.