Enamorada de... ¿Mi jefe?

Capitulo 7

- Ya le dije que no es el momento para explicarlo, ni el momento ni el lugar -me dice con una mirada completamente oscura-, ya habrá su momento.

- Pero...

- Nada de peros -me interrumpe-.

Un pequeño coraje empieza a formarse dentro de mí. ¿Cómo es posible esto?

- Y por favor estos otros documentos, los necesito para hoy a las tres de la tarde.

- Está bien -respondo tomando los documentos de mala gana, saliendo de la oficina muy molesta-.

Pasadas las horas me envolví en mi trabajo. Los documentos que el señor Smith me había dado, estaban a un lado de mi escritorio, por lo que no los veía y no los llené. Mi teléfono comienza a sonar y en la pantalla sale el nombre del señor Smith.

*llamada telefónica*

- ¿Hola?

- Señorita Collins ¿sigue en su cubículo?

- Sí ¿por qué?

- Estoy en mi oficina, bajaré a buscar los documentos que le pedí que me llenara, tengo que irme.

*fin de la llamada*

Mi cuerpo se tensa por completo. No he llenado los documentos. Oh no, esto no puede ser posible. Hostia.

El señor Smith aparece en mi campo de vista en un tiempo tan corto que pude jurar que se había abierto un portal de su oficina hasta aquí, porque eso sí que fue rápido.

- Los documentos por favor -dice el señor Smith tendiéndome la mano-.

- Señor, olvidé llenarlos -digo a penas con un hilo de voz-.

- ¿Qué? -dice llamando la atención de algunos compañeros, haciéndome estremecer-, le pedí una maldita cosa, una maldita cosa... llenar unos documentos.

- Lo siento, fue que yo...

- Olvídalo, dame los documentos.

Obedientemente le doy los documentos. Esto sí es vergonzoso. Puedo sentir la respiración del señor Smith acelerarse. Esto no puede estar pasando.

- Es increíble que no pueda cumplir con su puto trabajo.

- ¿Perdón? -digo observándolo con los ojos bien abiertos-, no tiene que expresarse así por no llenar unos putos documentos.

Un gran suspiro sale de la boca del señor Smith.

- Mañana te quiero en mi oficina a las nueve de la mañana, espero que al menos puedas cumplir con eso señorita Collins.

- Oh, claro que lo haré señor Smith -respondo-.

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A la mañana siguiente entro a la oficina del señor Smith sin pedir permiso.

- En ningún momento le pedí que entrara, -dice en un tono fuerte-.

- Lo sé -respondo-.

- Pues cuando yo le diga que entre, entonces puede entrar y sentarse -contraataca en un tono mandón-.

Sé que responderle no es la mejor manera para empezar, así que luego de ponerle los ojos en blanco, salgo de la oficina, luego de cerrar la puerta tras de mí, suspiro y toco la puerta, entonces Smith me dice que pase. Me quedo en pie hasta que me dice que puedo tomar asiento.

- Ahora sí, tenemos que hablar -dijo Derek-.

- Lo sé.

- No me responda de esa manera Srta. Collins, tenga más respeto, y siéntese ya -dice Derek molesto-.

- No me gusta salir a la defensiva pero tampoco me gusta que me salgan con altanerías, y no es nadie para darme ordenes, no me sentaré -respondo cruzándome de brazos-. Puedo ser bastante gilipollas cuando me lo propongo.

- ¿Sabe algo señorita Collins? -dice levantándose de su asiento y poniendo sus puños en el escritorio, esto no es nada bueno- soy su jefe y tiene que respetarme, necesito más respeto por si no lo sabías.

- Si quiere respeto, gáneselo, porque tal como usted tiene su puesto en esta empresa yo también lo tengo, el que usted sea dueño de esta empresa no lo hace más importante ni mejor persona que yo -digo dándome la vuelta y caminando hacia la puerta-.

- Usted no saldrá por esa puerta Srta. Collins -dice en un tono fuerte-.

- ¿Y quién me lo va a impedir? ¿Usted?

- Ya le dije que tenga más respeto Srta. Collins -dijo dando un puño en su escritorio- ¡me vuelve a subir la voz y la despido de esta empresa!

Respiro profundamente y respondo con un dolor en la garganta...

- No tiene que despedirme, porque por mi cuenta, ya me he ido.

Y sin más, abro la puerta y salgo de la oficina sin creer lo que había ocurrido.

P.O.V Derek

No sabía que Annie era tan a la defensiva, por lo que me cabreo en cuestión de segundos. Doy un puño a la pared y un leve escozor comienza a recorrer mi mano. Puta mierda. Vuelvo a dar otro puño sobre mi escritorio y observo mi móvil. Tengo que comunicarme con Parker, ya luego tendré tiempo para resolver esto de Annie.

Recojo algunos documentos y salgo del trabajo. Tengo algo que hacer y no quiero posponerlo.

"Derek Smith

Parker, ya tengo el paquete. ¿Dónde nos podemos ver? Ya tengo los permisos.".

Dos minutos luego me llega un mensaje de texto.

"Parker H.

Te estoy esperando en el lugar de siempre.".

Salgo de la empresa y me dirijo al edificio abandonado donde siempre nos encontramos.

- ¿Qué hay Parker? ¿Cómo estás? -digo dándole la mano-.

- Estoy bien, ¿tienes los papeles? -me pregunta Parker-.

- Si, aquí los tengo, ¿y tú tienes mi plata verdad? -pregunto-.

- Claro que sí, aquí lo tengo hermano.

- Bien, lo prometido es deuda así que... aquí está tu paquete, escóndelo antes de que nos vea alguien... son $510.

- Déjame esconder esto en el auto, buscaré la chequera -responde Parker-.

Parker va a su auto y esconde el paquete, busca su chequera y escribe la cantidad de dinero que me debe.

- Aquí tienes Derek -dice dándome el cheque-.

- Y por cierto, úsala bien, es de la buena -le digo a Parker- tengo que irme, tengo que entregar otros paquetes, nos vemos.

- Claro, adiós -responde Parker-.

Parker es uno de mis clientes secretos y mejor amigo. Tal vez se pregunten de qué es mi cliente secreto, o tal vez ya están pensándolo...

Y si están pensando en que soy un traficante de drogas... Están pensando en lo correcto...

Sí, yo soy un traficante de drogas.