El ruido de una puerta cerrándose hizo que el menor despertara.
Se encontraba tirado en el suelo contra una pared. Sangre y semen mezclados en su parte baja, moretones y chupones nuevos decorando su piel, heridas recién abiertas ardiendo en contacto con el aire.
Una capa de sangre, sudor y lagrimas cubrían su cuerpo desnudo, haciendo que éste brillara.
Abrió los ojos con dificultad intentando volver a la realidad, casi obligándose a ello.
Soltó un quejido de dolor al intentar levantarse. No podía ni moverse, así que se rindió y simplemente se dejó caer al suelo donde había despertado.
Los sucesos del día anterior, aunque eran frecuentes, seguían dejando al menor sintiéndose tan débil como la primera vez.
Se sentía sucio, utilizado y tirado. Había sido usado tantas veces que sentía que no podía entregarse a nadie en ningún aspecto.
Era en esos momentos, al despertar con lágrimas secas en sus mejillas, cuando recordaba que así era como debía ser, estar tirado en el suelo sobre su propia sangre sintiéndose avergonzado por lo que veía, por lo que era.
—¿Estás cómodo, niño? —resonó una voz en su cabeza.
Era la misma que escuchó en su sueño, pero esta vez no se sentía tan valiente. No así. Solo estaba cansado.
—¿Piensas ignorarme? —volvió a hablar.
Taehyung dudaba de si seguía soñando o era una simple alucinación por los golpes que se dio en la cabeza el día anterior. En cualquier caso, decidió simplemente volver a cerrar los ojos, ignorando su bochornoso estado.
—Es de mala educación no responder cuando te hablan —la burla en la voz era evidente, como si estuviera riéndose de la situación —. ¿Vas a quedarte así? Eres más débil de lo que pensé. Totalmente patético.
—No sabes de lo que hablas —intentó hablar. Su garganta se sentía ronca y seca, era doloroso incluso respirar.
—Yo lo sé todo. Yo soy todo. —remarcó con aires de superioridad.
Taehyung solo soltó una pequeña risa sin gracia, sonando casi forzada.
Era como si estuviera teniendo una conversación consigo mismo. Estúpido, ¿verdad? ¿Acaso era esto a lo que había llegado?
—¿Te quedarás ahí tumbado todo el día? O, bueno, tal vez volverás a intentar suicidarte como el cobarde que eres.
Taehyung no respondió. Pensó en refutar sus palabras, pero ¿de qué serviría? Después de todo, era lo que él mismo pensaba.
—En realidad, me da igual lo que hagas. Solo eres un estúpido niño. —El menor cerró los ojos con más fuerza aún — Pero por tu culpa, por tu estupidez —remarcó —, estoy atado a ti.
—No puedo estar atado a alguien que no existe, a mi propia imaginación. —Tras decir esto, se dio la vuelta hacia la pared. Solo quería dormir.
—Oh, ¿no me crees? —casi pudo sentir una sonrisa en sus palabras —. ¿Quieres que te lo demuestre?
Taehyung simplemente lo ignoró, acomodándose más contra la pared.
Unos segundos después, tras un completo silencio, la pared sobre la que estaba recostado desapareció.
Con sorpresa y miedo haciéndolo temblar abrió sus ojos mirando a su alrededor.
Parecía una habitación oscura, apenas podía distinguir bien unas cadenas y huesos frente a él. Las paredes daban una extraña sensación de infinito.
Se sentó, asustado. ¿Dónde estaba?
Hacía algo de calor y el ambiente era pesado, un par de velas colgando era lo único que iluminaba el lugar.
Su respiración se había cortado. No había aire, su corazón no latía, era casi como en su sueño.
Las punzadas, que empezaron siendo leves, ahora eran casi insoportables. Dolían como el infierno, como si una daga se hubiera clavado en lo más profundo de su pecho. Se encogió en su lugar, pegando sus rodillas a su pecho mientras sus uñas rasguñaban sus brazos en un intento de abrazo.
—¿Ahora me crees? — la misma voz de antes resonó en aquella sala con burla.
Al contrario que la vez anterior, la voz era clara y sabía perfectamente de donde provenía.
Se giró bruscamente.
—T-tú... —Taehyung no entendía nada, estaba atónito.
Una sombra frente a él se imponía. Era grande, apenas distinguible. Y esta vez, estaba seguro de no estar en un sueño.
— Yo... — El extraño frente a él le incitó a que continuara la frase.
—¿Quién eres? — se atrevió a preguntar en un murmullo desde su lugar.
—Hum, ¿quién soy? —repitió y soltó una pequeña carcajada —. Supongo que debería presentarme.
La sombra extraña que parecía haber estado sentada, se levantó y caminó unos pasos hacia delante dejando que una tenue luz lo descubriera.
Eso no se lo esperaba.
¿Era un humano?
No, imposible. Medía al menos 3 metros, unas alas ahora extendidas se dejaban ver tras él. Su cara y fisionomía tenían parecido al de un hombre. Facciones marcadas, ojos oscuros y labios finos curvados en una sonrisa burlona. Fornido pecho descubierto, bíceps ligeramente marcados y unos abdominales perfectos. Lo cubría un pequeño manto negro atado a su cintura dejando a la vista sus piernas trabajadas. Su piel era ligeramente morena y lisa y pelo completamente negro hasta su mandíbula.
Poseía una belleza irreal y única.
Taehyung se quedó sin palabras, examinándolo de arriba a abajo.
—¿Te gusta lo que ves? — El contrario retrocedió un poco y volvió a mirarlo a los ojos —. Bueno, tienes frente a ti al mismísimo Rey Demonio.
—¿Rey... Demonio?
Wenas, espero que les haya gustado este capítulo, a mi sinceramente sí.
Voten y comenten que eso me ayuda bastante. No tengo nada especial que decir, así que me despido. Nos leemos en el próximo capítulo. Bai <3
Post-edición: unos pocos cambios, pero ahí está. Perdón por tardar tanto, conseguí laburo al fin y me tiene horrible, ayuda. Estoy aprovechando para editar ahora y subir más a lo largo de la semana.
-Kris
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El Rey Demonio - KookTae
FanfictionTaehyung, harto de su vida decide acabar con todo, fracasando en el intento. Pero tal vez no fracasó del todo, tal vez eso le llevó hasta ese momento, hasta él... RESUBIENDO