De mal en peor:

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Después de ese peculiar encuentro, habían pasado 5 días en los que Taehyung tuvo más sueños extraños, pero sin aparecer la voz que oyó la primera vez.

Cerró sus ojos sintiendo el agua caliente deslizarse por su cuerpo, relajando sus músculos y calmando su mente.

Hacía mucho que no sentía el agua caliente acariciar su cuerpo. Capricho de sus tíos.

Pero ahí estaba lo raro, sus tíos no estaban en casa.

Su tío había salido hacía un par de horas por asuntos de trabajo, mientras que su tía acababa de salir hacia Daegu para visitar a su hermana enferma.

Así que, gracias a esos imprevistos, Taehyung se encontraba dentro de aquella ducha, con el vapor rodeándolo. 

Pasó sus manos por su cabello, tomando aire profundamente.

Su cabello había crecido bastante y no recordaba la última vez que se lo había cortado. Probablemente fue en primaria con unas tijeras sin filo.

Tras esta pequeña observación, vació un poco de champú en su mano izquierda y lavó su cabello.

Blue Room de Chet Baker resonaba en aquel cuarto dando un ambiente agradable.

La suave melodía acompañada del ruido del agua al impactar con una superficie era simplemente exquisita.

Minutos más tarde, cerró la llave del agua y cogió una toalla al salir de la ducha

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Minutos más tarde, cerró la llave del agua y cogió una toalla al salir de la ducha.

Secó su cuerpo y puso a un lado su toalla, mirándose al espejo.

Se había vuelto un hábito el recorrer con sus ojos cada centímetro de su piel, grabando en su memoria cada golpe nuevo, moretón o herida. No debía olvidarlo, eso era él.

Ninguna herida podría reflejar nunca el dolor que sentía y el dolor que merecía.

Tocó los cortes en su brazo con las yemas de sus dedos. Aún no habían cicatrizado del todo. Todavía podía sentir la cuchilla rozar su piel y hundirse en ella, la sangre saliendo y deslizándose, el alivio instantáneo.

Suspiró y dio la espalda al espejo.

Se enrolló la toalla en la cintura y cogió su pequeña radio y la escondió entre su ropa sucia. No tenía permitido tener móvil ni ningún otro aparato.

Salió del baño sintiéndose más relajado tras días de confusión y estrés.

—Ya llegué, cariño. —La voz gruesa y desagradable de su tío se escuchó en la casa.

Al parecer el problema que surgió en su trabajo se solucionó antes de lo esperado para la mala suerte del menor.

Taehyung apagó la radio inmediatamente y, sin hacer demasiado ruido, corrió hasta su habitación.

—¿Cariño? —Los pasos de su tío, quien al parecer buscaba a su esposa, sonaban cada vez más cercanos y su corazón latía con fuerza en su pecho.

El Rey Demonio - KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora