El Rey Demonio - KookTae

Vuelta a la Realidad:

De regreso a su vida normal, el adolescente se encontraba durmiendo plácidamente en su algo desgastada cama, teniendo un sueño de lo más placentero.

Este tenía como protagonistas a sus padres. Era una ilusión algo confusa. Se sentía como un simple observador sin poder oír ni decir nada

El hambre se hizo presente, como algo inevitable y urgente para Taehyung, despertándolo.

Unas cuantas lágrimas habían recorrido su mejilla, dejándola húmeda.

Se limpió con su muñeca y se sentó en la cama, estirándose.

Al ver al rededor, notó que estaba de vuelta en su realidad o que nunca había salido de ella.

La duda de que todo había sido un simple sueño, lo invadió abruptamente.

Llevó sus manos a su cuello dándose cuenta de que ahí estaba el collar de espinela roja colgado.

Suspiró relajándose inconscientemente. Al darse cuenta de su acción, se sintió tonto. ¿Cómo podría alegrarse por haber estado en el infierno? Había estado cara a cara con el Rey demonio y, por mucho que lo intentara, no sentía miedo.

Una nota roja al lado de su cama, llamó la atención de Taehyung haciendo que se agachase a recogerla.

Notó inmediatamente lo caliente y carbonizada que estaba.

La desdobló con curiosidad.

Te quedaste dormido así que te llevé de vuelta al mundo de los vivos, tranquilo, tus tíos no se han dado cuenta de nada.

Intenta controlar tus emociones, son molestas incluso cuando duermes.

El collar está en tu cuello. Recuerda la frase 'Per spinam quae secat et coniungit veritas cum inferno, hoc intrat sine purgatorio'.

Nos vemos la próxima vez.

Atte. El Rey Demonio.

Al terminar de leerla, se empezó a consumir en sus manos, volviéndose cada vez más caliente. Soltó la nota rápidamente, haciéndola caer. Esta desapareció incluso antes de tocar el suelo.

Per spinam quae secat et coniungit veritas cum inferno, hoc intrat sine purgatorio, repitió para sí mismo. Aquella frase había quedado grabada en su mente como fuego, arrasando todo a su paso.

Al igual que la imagen del Rey Demonio.

Tomó una bocanada de aire levantándose de su cama y bajó a la cocina.

Agradeció no ver a nadie cerca, avanzando con paso rápido hasta la nevera. Su estómago no paraba de rugir.

Minutos después de comer lo primero que había encontrado, lavó lo usado y limpió la cocina.

—Mierda —oyó la voz de su tía en la entrada —esa engreída de Yeri me las pagará.

Su tono de voz delataba el enfado que la invadía, estremeciendo al menor.

Si bien su tía no imponía mucho, enfadada podía provocar verdadero terror.

—Tú —señaló el tembloroso cuerpo del menor al llegar a la cocina —, escoria repugnante. Tú tienes la culpa de todo.

Taehyung retrocedió un paso, sin entender nada. La mano de su tía se levantó en su dirección, señalándolo con rabia adornando su algo arrugado rostro.

—Por tu culpa no puedo presumir de familia perfecta.

Parecía algo borracha y caminaba con dificultad.