Dilema 20

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Yoongi terminó ofreciéndose a conducir de regreso a casa, dejando que Taehyung tomara el asiento del copiloto, mientras Jimin y Jungkook se acurrucaban en los asientos detrás de ellos. Su corazón dio un vuelco al verlos, tan calmados y cálidos, protegidos de cualquier problema del mundo exterior. Disfrutaba de su tranquilidad.

─¿Qué pasó, cariño? ─le cuestiona Taehyung mientras dejan atrás los bordes del bosque.

─Tu prometido está dormido en los asientos de atrás, Taehyung, respétalo.

─No cambies el tema, además Jimin sabe que solo bromeo contigo.

Suspirando, Yoongi aparta una mano del volante para colocarse sobre la palanca de cambios, luchando entre sus confusos pensamientos y concentrarse en conducir, eso hasta que otra mano se coloca sobre la suya, la sensación familiar embargándolo.

Un nudo se formó en su garganta entonces.

─Hoseok quería que nos viéramos esta noche en mi casa ─suelta al final, porque deseaba contárselo a uno de sus amigos, quería la opinión de alguien más sobre lo que debía hacer.

─¿Qué tan masoquistas son ustedes dos?

─¡Eso mismo fue lo que pensé yo! ─masculla Yoongi, dedicándole una corta mirada─. Le dije que no esto listo, aún no.

─Ah, acaba de romper el enlace, ¿en serio pensó que era buena idea buscarte ya? ─se queja el Alfa pelirrojo, sus dedos deslizándose sobre la mano del otro.

─Supongo que quiere ver si estoy bien, ¿podrías pedirle a Jimin que le diga que solo sentí que moriría por unas horas? Estoy bien, el enlace duele allá al fondo.

Llamó su atención ver por el rabillo del ojo como Taehyung se removía en el asiento, su mano siendo apresada con rigidez.

─No te molestes, ¿bien? ─luego de un pequeño silencio reflexivo, su amigo soltó:─ Jimin lo llamó para gritarle un poco por lo desalmado de romper el enlace sin consultarlo contigo antes.

Su corazón dio un rebote dentro del pecho al mismo tiempo en que su mirada volvía al retrovisor, observando un momento al pequeño Omega que descansaba contra el cuerpo de Jungkook. Podría decir que se alegraba de tener amigos que se preocupaban tanto por él.

Sonriendo, Yoongi negó con la cabeza, su mirada centrándose en el camino delante de él.

─Gracias.

El susurro que escapó de entre sus labios se lo tragó el viento, lo aminoró el sonido del motor en marcha, apenas llegó a rozar alguno de los agudos sentidos de Taehyung.

No estaba listo, pero pronto podría hacerle frente a lo que fuera que lo esperara en la ciudad.

El cuerpo entero de Jungkook desprendía la calidez característica de alguien que ha pasado algunas horas dormitando cómodamente a expensas de otros

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El cuerpo entero de Jungkook desprendía la calidez característica de alguien que ha pasado algunas horas dormitando cómodamente a expensas de otros. Yoongi fue consciente de ello cuando llegaron a la cama del chico, decidiendo cuál sería la mejor forma de sacárselo de encima sin echarle a perder la neblina de sueño que se cernía sobre sí.

𝐃𝐢𝐥𝐞𝐦𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐀𝐥𝐟𝐚 ×𝐘𝐨𝐨𝐧𝐊𝐨𝐨𝐤×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora