─Necesito cumplir a papá por lo menos con una cosa, Yoongi─ aquellas fueron las palabras con las que Jung Hoseok le regresó el corazón.
Él lo comprendía, era consciente de que el amor de su vida no tenía las cosas para nada fáciles en ese momento y ¿Quién era él para hacerle sufrir encontrándose entre la espada y la pared? Sabía lo que debía hacer para que Hoseok no sufriera más.
Si lo amaba, esa era su forma de demostrarlo.
─Dile que sí─ evocar las palabras correctas se le complicaba un poco cuando el nudo en su garganta parecía ocupar todo el espacio.
La lucha de los sentimientos en su interior parecía un enjambre de abejas enardecidas, cada pequeño punto doliendo profundamente, justo como la picadura de estas mismas. Pero amaba al Alfa frente a él con demasiada intensidad, tanto como para soportar ese dolor y suprimirlo obligándose a sonreír de forma dulce.
─Llama a tu padre, dile que estás de acuerdo con la Omega que te acaba de presentar─ pide, controlando su tono, casi haciendo creíble su lucha perdida.
Los ojos acuosos de Hoseok son suficientes para que él sepa la forma en que todo se encuentra terminando. Esa sería la despedida a aquella relación que tanto tiempo mantuvieron escondida debajo del hermoso manto de la amistad.
Apenas decidiendo de forma consciente, Yoongi posa sus manos sobre las mejillas del Alfa frente a él, acercando sus rostros para cerrar aquel tácito trato. Sus labios apenas se rozaron, ni siquiera intentaron presionarse uno contra el otro en busca cálido contacto tan familiar para ellos.
Poco le importaba sufrir a él, mientras Hoseok fuese feliz, Yoongi también lo sería.
─No lo pienses mucho, ¿bien?─ continúa, sintiendo todo el peso del mundo caer sobre sus hombros, pero soportándolo sin importar la incomodidad que crecía en su interior─ Estaré para ti si necesitas ayuda en algo.
Iba a caer, no soportaría más, solo era consciente de que necesitaba salir de esa casa donde vivió tantos de sus momentos favoritos al lado de Hoseok.
Con un asentimiento leve, Yoongi toma los trozos de su corazón con la poca dignidad que le quedaría a cualquier Alfa luego de ceder en la lucha por su amor imposible. Giró sobre sus pies apenas produciendo sonido, deseando que Hoseok lo siguiera, intentara frenarlo. Nada de eso ocurrió, llegó a la puerta principal y salió sintiéndose cada vez más pequeño.
La noche lo recibió con una fría brisa azotándole el rostro, congelándole las orejas y la punta de la nariz. Definitivamente ese no era un buen día para él, pero parecía que tampoco volvería a vivir ningún buen día en lo que le quedara de vida.
─Allí está, mundo, querías quitármelo y lo conseguiste─ murmura, sus ojos cristalizados intentando enfocar a la Luna.
Su casa se encontraba al lado de la de Hoseok, pero no deseaba quedarse cerca del chico a sabiendas que en un ataque de necesidad podría romper con su promesa para suplicarle que no lo dejara como el patético Alfa que le tocó ser. Yoongi sabía que por Hoseok era capaz de cometer cualquier locura, inclusive de obligar a su Alfa a postrarse sumisamente a sus pies si lo ameritaba.
Con el gélido viento rasgando su piel debajo de la ropa ligera que había escogido para ese día, Yoongi cruza la calle, comenzando a andar sin rumbo fijo en mente, solo a sabiendas de que debía huir lo más lejos posible del amor de su vida.
Ni siquiera fue capaz de sentir las lágrimas que caían por su rostro incontrolablemente, tampoco las secó él, solo esperó que se evaporaran o se convirtiesen en cristales, realmente ya no le tomaba mucha importancia a ese hecho.
Mientras avanzaba con la sensación de llevar cubos de hielo dentro de los zapatos, el tono de una llamada entrante terminó por desviar sus pensamientos de toda la miseria que creía vivir. Los números en la pantalla le trajeron el recuerdo de un suceso importante al que se había asignado para ayudar, aunque en ese momento preferiría no hacerlo.
Extinguiendo un quejido en el fondo de su garganta, Yoongi contesta, su lobo aullando con fuerza en su interior, rasguñando para llamar su atención.
─¿Diga?─ probó a escuchar la forma en que su tono de voz sonaba, notándola más estable de lo que creía poder mantenerla.
─Yoongi, disculpa que te llame tan tarde─ la voz de el Alfa, Kim Namjoon, le respondió.
Recordaba haber quedado con él para cuidar a Taehyung por turnos, Hoseok también era parte del plan para cuidar del otro Alfa, intentó evitar pensar sobre ese pequeño detalle.
─... Pero debo de volver al hotel para discutir unas cuantas cosas con Karrell, ¿podrías venir a cuidar de Taehyung? Ya le serví la cena, solo haría falta suministrarle un supresor antes de mandarlo a dormir. Lo siento mucho, pero Hoseok no me contesta.
Hoseok no me contesta.
Claro que no lo haría, él tampoco desearía verlo luego de esa ruptura tan burda en su propia casa luego de intentar encontrar una forma para mantener su relación y no decepcionar a su padre. Él sí que poseía motivos de peso para evadir verlo ahora.
─No te preocupes─ tarda en formular las palabras, solo para que el aire se le acabe a media oración conforme otra lágrima cae por su mejilla─. Esto en camino.
Min Yoongi, un Alfa miserable que acababa de perder a la única persona que le daba sentido a su vida, parecía ser lo suficientemente apto como para cuidar de otro Alfa en celo, un potencial peligro si no guardaba la distancia correcta.
Por más que tuviese cierto nivel de afecto por Taehyung, ya que era un gran amigo, algo extraño, pero una buena persona, deseó con fervor poder evitar tener que ir hasta su apartamento ubicado en el otro lado de la ciudad de Navatsy.
Girando sobre sus tobillos, Yoongi decidió que la noche se encontraba demasiado fría como para solamente ir caminando hasta la casa de su amigo, lo mejor sería tomar el auto y manejar hasta el lugar, tal vez concentrarse en mantenerse con vida dentro de un monstruo de metal lo ayudara a alejar a Hobi dentro de sus pensamientos.
Hoseok, resplandeciente como el sol, alegre y colorido, justo todo lo contrario a él, pero también justo todo lo que él necesitaba para ser feliz en la vida.
Sacudiendo la cabeza, Yoongi emprende la marcha sobre sus pasos, prometiéndose a él mismo no volver a amar con esa misma intensidad, se quedaría con el recuerdo desvaído de sus sentimientos hacia el otro Alfa lo que le quedase de vida.
Vaya que el amor era difícil.
¡Clearke aquí con el primer Dilema de lo que sería el universo paralelo donde Yoongi y Jungkook terminan siendo algo más que amigos! Esta historia será más corta que las principales de la trilogía.
Gracias por leer♥
ΔClearke Al PoderΔ
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𝐃𝐢𝐥𝐞𝐦𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐀𝐥𝐟𝐚 ×𝐘𝐨𝐨𝐧𝐊𝐨𝐨𝐤×
FanfictionMin Yoongi sabe que dos Alfas no pueden ser nada más allá que simples amigos, por más que ese dato lo lastime profundamente. Así es que decide librar a Jung Hoseok de tener que elegir entre cumplir con sus obligaciones como único hijo Alfa o deshonr...