Capítulo Nueve

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Capítulo Nueve – No fuimos descubiertos.

Eres la excepción, que desarma todas mis reglas.

Abrí mis ojos con lentitud y mucha pereza, el lugar se sentía acogedor pero algo en mi cabeza me decía que tenía que despertar. Tras estar completamente consciente miré a mi alrededor, todo se me hacía familiar, era como... ¿Mi habitación con las chicas?

—Joder.—maldije al instante mientras me sentaba en la cama.—Steve... Steve.—moví su cuerpo con esmero—¡Steve despierta joder!

—¿Qué...?—preguntó ahora dormitando, su voz sonó aún más ronca, pero no era momento para eso.

—Despierta Steve, por Dios.

—No quiero.—respondió rápidamente tomándome por la cintura.—No quiero dejarte ir.

Dios, esto era... ¿extraño? Bien, sí noté que ayer cuando me trajo cargada hubo un cambio en él, pero esto no me lo esperaba, se estaba comportando preocupado e incluso dependiente de mi presencia, ¿en serio le gustaba como dijo?

—¿Te sientes bien?—pregunté incrédula tocando su frente.

—Sí, ¿por qué?—preguntó aún abrazando mi cintura.

—Es que... Bueno que te estás comportando diferente y se me hace extraño.—respondí de una vez para mirarle a la cara.

El soltó un pequeño suspiro para al fin abrir los ojos. —Jules...—pronunció mientras se sentaba quedando a mi lado, acción que provocó que la sábana destapara parte de su torso, pero traté de poner mi atención en sus palabras.—Me siento extraño contigo.—zanjó.—Para ser sincero tuve que utilizar mis habilidades aquella noche para llevarte a la cama, porque tu presencia me hace sacar un lado de mi que nadie conoce, y ciertamente no me gusta, pero realmente no es algo que pueda evitar o controlar con facilidad. 

—¿Habilidades?—Bien, se que lo que dijo fue ciertamente tierno pero ustedes saben como soy, tenía que preguntar.

—Sí, los vampiros podemos seducir, convencer personas de lo que queremos, es una de nuestras habilidades, pensé que lo sabías, dijiste que leías libros.

—Pero tú dijiste que todo era una mentira.—acaté.

—Bueno, eso es verdad.

Entonces algo hizo click en mi cabeza — ¡La directora! Utilizaste esa habilidad con ella el día del incidente en el baño ¿no es así?

—En efecto mi querida Jules, incluso fui yo quien puso las palabras en su boca.—carcajeó para sí mismo.

—Steve...—le llamé y nos miramos.—¿Has utilizado esa habilidad conmigo además de esa noche?—pregunté con cierto miedo.

—Mmm,—pensó— No, no realmente—me miró nuevamente, esta vez con cierta picardía— ¿Acaso has sentido cosas por mi Jules?

—¡Claro que no!—refuté al instante mirando a otro lado a lo que él rió.

—Eres una tonta por dentro Jules, aparentas ser muy ruda y sabertelas todas, pero eres muy tierna por dentro.

—¿Tú que sabes?—le miré, lo cuál fue un grave error, él estaba mirándome fijamente.

—Lo estoy viendo, no eres la única descubriendo partes de mi que no conocías.

—¿Te estás enamorando de mi Kim?—intenté defender.

—Tal vez Park.—utilizó una abreviatura de mi apellido, sí, fue lo otro que dijo lo que no esperé.

Sin saber como reaccionar a ello, solo vi cuando comenzó acercarse a mi, y sé cual era su objetivo, realmente yo tampoco sabía lo que sentía con exactitud, todo estaba pasando demasiado rápido.

Nuestro Amor Sangriento (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora