Quien me mató sabía cuánto yo amaba mi vida

71 13 1
                                    


Que amaba despertar cada mañana por el ruido de los portazos
y de los cristales estrellándose en el suelo
—porque amaba el sonido de las cosas al hacerse añicos, estuvieran dentro o fuera de mi caja torácica—.

Quien me mató sabía cuánto yo amaba mi vida.
Que me gustaba escuchar cómo coreaban mi nombre en los recesos
y me arrojaban flores muertas —entre otras cosas—,
y que amaba las flores.
Porque cuando era pequeña mi madre me dijo que yo era como una flor.
Y veía las flores que caían sobre mí,
y pensaba
Que ellas eran lindas, pero no cortaban, ni podían gritar,
y que por eso estaban todas muertas.

Quien me mató sabía cuánto yo amaba mi vida.
Lo sabía todo.
Lo supe cuando lo vi en sus ojos
—negros como la muerte—.
Dijo que me ayudaría a convertirme en una linda, linda flor.
Porque sabía que yo amaba las flores.
Y yo le dije que no era lo mismo amar a una flor, que convertirse en una.

Quien me mató sabía cuánto yo amaba mi vida.
Lo sabía todo.
Lo supe cuando lo vi en sus ojos
—negros como la muerte—.
Dijo que yo no volvería a despertar para oír los golpes, ni los gritos, ni las peleas.
Porque sabía cuánto yo amaba escuchar las cosas haciéndose añicos.
Y le dije que no veía las cosas como yo, y que no sabía cuánto yo lo amaba.

Quien me mató sabía cuánto yo amaba mi vida.
Lo sabía todo.
Lo supe cuando lo vi en sus ojos
—negros como la muerte—.
Me preguntó si no me agradaba el silencio.
Porque sabía cuánto yo odiaba la oscuridad.
Porque en la oscuridad no hay vida, ni sonido alguno;
Sólo muerte.
Y eso le dije, mirando sus ojos negros —muertos—.

Quien me mató sabía cuánto yo amaba mi vida
Y yo sabía cuánto ella odiaba la suya
Yo lo sabía todo.
Lo supe cuando miré sus ojos
—negros como el silencio—,
Y le pregunté qué era lo que más amaba en el mundo.
Dijo que no lo sabía y me miró con odio
Y ella no podía saberlo, porque no era alguien,
Ni podía respirar.
Era sólo una marioneta en el espejo
Con —mis— ojos negros
Y nada a lo que amar.

Quién Me Mató...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora