Un gato y un perro ─ KookJin

Capítulo 14

Jungkook se encontraba perdido en sus pensamientos, mirando aburrido la ventana que reflejaban los árboles que se movían como un mar por el viento, sin prestar mucha atención a las clases, no le importaba realmente, el área era muy fácil y estaban repitiendo lo que pudo aprender durante los meses que estuvo creciendo. Así que no era un problema para el.

Frunció las cejas al sentir un papel caer alado de su mano, casi rozando lo, solo por curiosidad volteó para ver quién se lo tiró; pero nadie tenía signos de sospechas, todos miraban atento la clase.

─Solo lo voy a tirar─ agarro el papelito y lo arrugó más, tirándolo en su tacho que está al lado ─Persona extraña, no molesté porfavor─

Pasaron los minutos, Jungkook después de estar tan aburrido comenzó a seguir las tareas que tocaban después, ignorando los papelitos que eran tirados sucesivamente pero el los votaba para no dejar su pupitre lleno de esos, soltando un gruñido algo fuerte.

─¿Joven Jungkook?, ¿Sucede algo?─ pregunto el profesor de artes, mirándolo desde su lugar

─No, claro que no maestro...─ se levantó de su asiento ─Perdoneme, un mosquito me estaba molestando─ soltó un pequeño gruñido al último; dando una advertencia a la persona que le está tirando esos papelitos.

─Oh, no se preocupe Joven Jungkook, puede sentarse, solo mata a la mosca para que ya no molesté─ sonrió de oreja a oreja, siguiendo de nuevo su clases ─Bueno, como decíamos, la solución de los enlaces químicos se forman gracias a los átomos.......─

Kook bufó, sentándose de nuevo en su asiento desanimado, ya encontrando aburrido de la situación, solo esperando que terminara rápido las clases para irse a su casa, por buena suerte estaba tomando la última hora de las clases, no faltando mucho para que tocará el timbre.

Detrás de él se encontraba la peli-naranja, mirándolo constantemente, notando en sus ojos la curiosidad para conocer a Jungkook.

Cuando tocó ya el timbre, Jungkook tenía listo su mochila, camino rápido para salir del salón pero sin antes despedirse de su profesor. Ya relajándose al ver la salida de su escuela, sonriendo orgulloso de soportar el día como verdaderos héroes, se acomodo los mechones que caían en sus ojos oscuros.
Pero sus movimientos quedaron estáticos, al preservar un olor, eran girasoles con menta, una combinación que era un asco para Jungkook. El azabache miro detrás suyo al sentir el aroma acercándose más, cubriéndose rápidamente con su mano su nariz.

─Tú...deja de sacar tus feromonas, me dañan─ su voz era tapada por su mano ─S-Siento que voy vomitar Li..sa─ hablo con horcajadas, aguantando las ganas de expulsar todo.

─Te tienes que acostumbrar, vendrán más híbridos Jungkook ─ dijo Lisa con un sonrisa ─Si no puedes soportar los olores de los demás, te sentirás peor que nunca.─

─Entiendo pero nunca hagas eso sin avisar─ miro desafiante, Lisa solo asintió sin borrar su sonrisa ─Borra esa sonrisa, que me da miedo.─

Jungkook no soportaba a la gente que era muy entrometida, se metían en donde no los llamaban, y Lisa era uno de esas personas. Sin pensarlo más, siguió caminando.

─Aun así gracias, creo...lo practicare.─

La híbrida solo asintió, mirando como la silueta del pelinegro desaparecía de su vista, por la pared que lo tapaba.

Kook llegó a su casa en pocos minutos, ya que en todo el transcurso camino rápido para no encontrarse con un conocido o amigo en su rutina. Y solo quedarse en su casa durante los dos días de libertad, también estar con Seokjin las 24 horas al día pero gracias a sus estudios de la escuela no podían para nada.

─¡Hyung!, ¡Llegué!─ gritó teniendo una sonrisa en su rostro al ingresar a su casa y cerrar la puerta detrás suyo ─¿Hyung?─  llamo de nuevo al no recibir una respuesta.

El azabache se preocupó, ahora en su mirada tenía el temor de que su Hyung se haya sucedido algo en su ausencia. Dejo su mochila a un lado y miro a todos los lados, oliendo al aire para detectar si Jin esta cerca, pero no olía nada.
Sin pensarlo mucho, fue para arriba, casi corriendo, pudiendo notar el olor mango del felino cerca.

─¿Hyung?, ¿Estás bien?─ pregunto Jungkook posando la cabeza a la puerta ─¿Jinnie?...─ 

─Ve a bañarte Jungkook, hueles feo─  dijo la voz amarga de Jin detrás de la puerta ─Si no te bañas, olvídate en verme durante un mes.─

Sin reproches y siendo el obediente siempre, Jungkook captó las ordenes corriendo rápidamente a su cuarto para bañarse, el no quería ni separarse de su Hyung, para nada.

Jin miraba sin ninguna expleción a Jungkook, quien se secaba el cabello, dando índices que recién salía del baño. Los dos estando sentados de frente de uno, el menor sonriéndole al mayor, esté solo lo miraba de reojo.

─¿Porqué querías que me bañara?....¿Olía feo?─ dijo para después oler su camisa, arrugandola ─Mmmm...huelo bien.─

─Cuando quería ir a abrazarte, pude sentir el olor, girasoles con menta...eran de otro híbrido ─ cruzó los brazos, Jungkook lo miro sorprendido ─Yo soy el único que dajará su olor en ti─ gruñó.

Jungkook quedó inmóvil, procesando las palabras de Jin, dando en conclusión que el contrario daban síntomas de celos, el menor quería celebrar pero se contuvo.
Inconcientemente levantó sus brazos, dándole un espacio a Jin para que lo abrazara, indicando que dejará su olor para la mente del felino.

Ahora Jin estaba sobre Kook, frotándose a sí mismo, dejando rastros de su olor en el canino, este solo sonría como bobo, dejándose llevar por las pequeñas caricias que le daban las delicadas manos de su Hyung.

Jungkook solo pensó que Lisa lo ayudo mucho realmente, después de todo, el día no fue muy malo.