Shun x Hyoga Archivo

Esmeraldas y Zafiros.

Resumen: Hyoga tiene una respuesta y una nueva interrogante... una más en su vida. Pero mientras una puerta se cierra frente a sus ojos, una nueva mano blanca le abre una ventana para dejar entrar el sol. ¿Podrá esta vez tener su final feliz?

Serie: Saint Seiya.

Personajes: Shun de Andrómeda, Hyoga del Cisne, Isaac de Kraken. Irina.

Pareja: Hyoga-Shun.

Género: Romance-Angustia.

Rating: T

Advertencia: Homofobia, Muerte de un personaje.

Capítulos: OneShot.

Palabras: 1250.

Notas: Continuación de "Noche y juventud" y "A través de sus ojos". La letra es de 'Como Romeo y Julieta' de Sandro.

Fecha: 03/10/2008.

Beta Reader: Pleasy Stay.

Disclaimer: Todo lo referente a Saint Seiya pertenece a Masami Kurumada y a la Toei.

Esmeraldas y Zafiros.

Era la segunda vez en su vida que pasaba algo parecido, pero a pesar de los años y de la experiencia supuestamente ganada, tampoco estaba listo para enfrentarse a esta nueva envestida de la vida.

Ya no tenía fuerzas, por mucho que no deseara que la última oportunidad de ser feliz en la vida se le escapase de las manos. Aunque tampoco las había tenido siendo joven, cuando creyó que Isaac aceptaría ser solo su amante en la noche de un cuarto compartido.

Pero esta vez lo único diferente, es que no tenía nada más que perder... todo lo que tenía ya lo había perdido.

Definitivamente, no tenía nada en las manos... solo a mí.

Por qué si no hay razón

y con tanta obsesión

pretenden separarnos,

Por ello me convertí en la presa de las masas, en 'aquella' rompe hogares con quien podían liberar sus lenguas a gusto.

Porque no soy más que 'una' cualquiera --no importa que sepan de sobra que soy un hombre--, para ellos... mejor dicho, para sus estrechas mentes, es más fácil pensar que soy una ramera buscando quedarse con el dinero y posiciones de Hyoga, y que no hay amor de verdad en nuestra relación.

Buscan en mí la marca de la perversidad, convirtiendo esto en una caza de brujas. Porque hechicé a Hyoga para que dejara a su mujer, luego de años y años de un matrimonio ideal y feliz, que hasta mi llegada no había tenido nunca un problema.

Mientras que Irina, la ex esposa de Hyoga, llama cada día... tal vez para saber si nos la pasamos en la cama todo el día. ¡Señora, yo también trabajo!... si llama, hágalo a una hora adecuada.

Prejuzgan nuestro honor

siendo el más puro amor

que el cielo pudo darnos.

No la culpo. En realidad, no. Ella al igual que Isaac y Hyoga solo fueron víctimas de algo que era muy difícil de afrontar en esa época. Incluso, si me lo hubiera preguntado a mí, habría intercedido para que las cosas acabaran de una manera diferente entre ellos.