Capítulo 5.

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Sorpresa.

Perspectiva de Mackeyla.

23 de septiembre de 2020:

Había pasado tiempo desde que no me sentía feliz y completa, pero cuando conocí a Matías mi felicidad aumento me encantaba pasar tiempo con él, éramos el uno para el otro.

Tocaron a mi puerta a las 6:30 de la mañana y yo me estaba maquillando para ir a la escuela.

-Adelanté- indiqué.

-Feliz cumpleaños- me felicitaron todos y me entregaron un pequeño pastel para mí.

-Gracias, no tenían por qué molestarse- dije con una sonrisa.

-Todo con tal de hacer feliz a mi princesa- mi padre parecía muy feliz.

-En la tarde iremos a comer todos juntos en familia deberías invitar a Matías- me dijo Zara.

-Claro, pero debo ir a la escuela- estaba muy emocionada.

-Mackeyla, ¿puedo hablar contigo? - me pregunto Esteban.

-Si, ¿Qué ocurre? - pregunte un poco preocupada.

-Yo te agarre mucho cario y sé que no soy tu hermano, pero a mi si me gustaría llamarte hermana, ¿puedo hacerlo? - preguntó algo nervioso.

-Claro que sí y para mí tu eres mi familia- dije sonriéndole amablemente.

-Gracias, feliz cumpleaños hermana- me dijo emocionado.

-Gracias por felicitarme hermano-

Él se fue y yo me arreglé bastante bien.

Llegue a la escuela y llegue bastante temprano, solo podía ver a Matías sentado casi dormido se veía muy tierno que me daban ganas de besarlo, pero me tenia que controlar.

-Hola Matías- lo salude mientras me sentaba a su lado.

Éramos los únicos en el salón como el día en el que nos conocimos.

-Hola, ¿Por qué te ves tan bien? - tenía una cara de estar confundido.

-Primero que nada, yo siempre me veo bien y segundo hoy es mi cumpleaños- respondí con una sonrisa.

-Mierd*, ¿Por qué no me dijiste nada ayer? - pregunto algo triste.

-No me gusta festejar mi cumpleaños desde que mis padres se divorciaron- respondí un poco triste.

-Lo siento, no te compre nada- se veía triste.

-No pasa nada, pero si quieres me puedes acompañar a comer con mis padres-

-Claro que sí- puso una sonrisa de inmediato.

Las clases siguieron de lo más normal, pero acabaron un poco más temprano de lo normal.

-Bien te veo a las 4:30 y te mando la ubicación por tu WhatsApp-

-te veré ahí- se despidió de mi con un gran abrazo y un beso en la frente.

Obviamente me sonroje demasiado, pero él no se dio cuenta.

Llegue a mí casa y me arregle lo más que pude, mi cuerpo no era tan lindo como el de las MISS universo, pero no era tan fea o eso es lo que quería pensar, me puse un vestido beige con flores, baje las escaleras y para mi sorpresa estaba Matías en mi casa.

-¿Qué haces aquí?- trate de sonar amigable.

-Estoy bien, gracias por preguntar- dijo riendo.

Tocar fondo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora