Pesadillas.
Mi padre se había ido al igual que Zara, sin duda me sentía sola, pero Matías estaba ahí conmigo al principio estaba sentado en mi escritorio sin hablarme, sé que el no hablarme lo estaba matando.
-¿Quieres comer algo?- pregunto para romper el silencio.
-Solo quiero estar sola y dormir- respondí de mala gana.
El sin dudarlo se acostó a lado mío y me abrazo.
-Te entiendo, pero sé que no quieres estar sola-
Así que ahí estábamos los dos acostados en la misma cama abrazados, muchas personas pensarían que estábamos haciendo algo más.
Pero solo nos dormimos juntos y nos despertamos en la noche como a las 11:30 p.m.
-Deberías ir con tus padres- le dije porque ya era tarde.
-Ya le avisé a mis padres la situación y me permitieron quedarme contigo- respondió mientras sacaba helado de la nevera.
-No tienes que hacerlo- trate de sonar amable.
-¿Quieres salir?- pregunto evadiendo el tema.
-La verdad si- respondí mientras comía helado.
El me llevo a su casa y me dio una de sus hoodie que me quedaban enormes por mi estatura, para después cambiarse de ropa.
-Lo sabía- dije en voz alta y sin pensar.
- ¿Qué sabías? -
-Tú te cortas los brazos- de nuevo lo dije sin pensar.
-Que inteligente- respondió, pero con una sonrisa forzada.
Se puso otra hoodie y agarro mucha ropa para ponerla en una maleta.
-Vámonos- dijo mientras me agarraba la mano y bajamos las escaleras.
-No soy tan rápida- respondí volteando mis ojos.
-Te enseñare un lugar bonito- respondió mientras se subía al carro.
Paramos en mi casa de nuevo.
- ¿Qué hacemos en mi casa? - pregunté un poco enojada.
-Ve por un traje de baño y ropa- me dijo.
No tenía ganas de discutir así que lo hice, fui por mi traje de baño y me devolví al carro.
Ya eran las 12:.30 de la madrugada y llegamos.
-Bájate, ya llegamos- me dijo mientras sonreía.
-Bien-
Bajamos del carro y vi una hermosa casa, era un poco pequeña.
- ¿De quién es esta casa? - pregunte mientras pasábamos.
-Es mía- respondió sonriente.
La casa tenía dos cuartos, una cocina, cuarto de juego, alberca y una gran sala al igual que patio.
-Es muy linda, pero ¿Por qué tienes dos casas? – pregunte con curiosidad.
-Una es la de mis padres y esta es la mía- respondió mientras se ponía hacer sándwiches.
- ¿Cómo la conseguiste? -
-Pues mis padres no me prestan mucha atención y siempre me dan dinero para arreglarlo-
-Mi madre también hacia eso- recordé todo y me puse a llorar.
-Todo se siente como una pesadilla-
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Tocar fondo.
Diversos¿Alguna vez conociste a alguien que te hizo tan feliz, pero a la vez infeliz al mismo tiempo?, porque yo Mackeyla Johnston lo hice y no sabría decir si fue bueno o malo depende mucho la perspectiva de las personas.