Cada vez más cerca.
Seria divertido me dije así que le marque a Esteban y le dije si me podía hacer el favor, sin duda él dijo que si porque también iría su novio.
- ¿Te quedaras? - me pregunto emocionado.
-Sip- respondí.
El parecía feliz de que estuviese con él.
-Bien, cuéntame tus sueños o metas- me dijo mientras sacaba ropa.
-Son muy tontos- le dije riendo.
-Se parece a la dueña- me miro con una sonrisa.
-De acuerdo- mire su mochila, la abrí, saque libreta y pluma.
Me dispuse a escribir una lista:
*Cantar y bailar bajo la lluvia con el amor de mi vida.
*Viajar a Paris con mi novio.
*Tener una hija y llamarla Dai.
*Tener una linda familia.
*Ir a una cafetería completamente rosa.
Le enseñe la pequeña lista y él se empezó a reír.
-No te rías de mis sueños Matías- fruncí mi frente.
-Lo siento, pero son estúpidos- siguió riendo.
-Aush- dije con cara enojada.
-Mira no puedes hacer que tus sueños dependan de alguien más y ni quiera pusiste logros académicos-
-Acaso ¿tú tienes logros académicos? – pregunte riendo.
Me llevo a la oficina de su padre y tenía toda una pared llena de diplomas al igual que trofeos, mi boca se abrió por completo al ver que la mayoría era en matemáticas.
-Cierra la boca o entraran moscas- dijo con una sonrisa.
-Tú me enseñaste que nunca debemos juzgar un libro por su portada- dije mientras miraba la oficina.
-Al fin aprendes algo- Se sonrojo.
Nos quedamos un momento en silencio y cada vez estábamos más cerca, hasta que llegamos casi a besarnos, pero sonó un trueno.
-Ahhhh- grite con mucha fuerza.
- ¿te dan miedo los truenos Mackeyla? - pregunto entre risas.
-Obviamente, por eso grite-
Empezó a llover y yo veía la lluvia, me encantaba ver la lluvia al igual que el clima nublado es decir ¿a quién no le gusta la lluvia?, pero mi tranquilidad se acabó cuando Matías me hablo.
-Ven- hizo una seña para que saliera a su patio.
- ¿Qué ocurre? -
-Tal vez no sea el amor de tu vida o Luke Howland, pero si soy tu amigo- me dijo mientras me extendía la mano para salir.
Decidí salir y cantamos cancones al igual que bailamos, pero lo mejor fue pasar tiempo con él.
Pasamos una hora en el patio para después meternos a su casa, el me presto ropa y seguimos riendo.
- ¿Te puedo preguntar algo? -
-ya preguntaste algo- contesto entre risas.
-Vamos no te hagas el chistoso- lo mire mientras el hacía café.
-Adelante pregúntame- dijo mientras seguía haciendo café.
- ¿Por qué no hablas con nadie en el colegio? - pregunte un poco sería.
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Tocar fondo.
De Todo¿Alguna vez conociste a alguien que te hizo tan feliz, pero a la vez infeliz al mismo tiempo?, porque yo Mackeyla Johnston lo hice y no sabría decir si fue bueno o malo depende mucho la perspectiva de las personas.