surrender ( Rendición ) III

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Saul:

Estacione el coche que me presto la empresa con la que trabajo, lo deje afuera de mi departamento; no pude evitar mirar hacia Altagracia cada que podía, no me hacia a la idea que estaba otra vez frente a mi. En mi mismo espacio; me hacia poner la sonrisa mas boba que la de un adolescente enamorado. Ella sin embargo en todo el camino no dijo nada solo se dedico a observar las calles de miami como si no lo conociese. Le ayude a bajar del coche y nos dirigimos juntos al departamento. Recordé que la tenia un poco desordenado en todo estos dias ni tiempo para arreglarlo me dio, estaba lleno de trabajo que solo llegaba a dormir. Altagracia inspeccionó el lugar con sus dos hermoso ojos esmeralda  que me volvía loco.

— puedes tomar asiento; claro si así lo deseas, no creo que quieras estar de pie toda la noche. dije mas ella no iso caso y siguió su recorrido mirando el lugar para luego responder con una sonrisa de medio lado.

— piensa que me quedare toda la noche, cuando lo que mas quiero es salir de aquí.—dijo al aproximarse a la puerta que separaba la habitación con la salita de estar.

— ¿quieres algo de tomar? — pregunte con la voz algo cohibido; y como no estarlo se trata de Altagracia la mujer que amo. Que ise mucho daño.

—Mmm, sí, claro. una cocacola, por favor.

— También he encargado pizza. Llegará dentro de poco. Por si tienes hambre.
Cierro la puerta de la nevera y sirvo dos vasos de cocacola para pasar la sed de ansiedad que los dos sentíamos en este momento. 

— yo siempre tengo hambre— contestó

—Muy bien, perfecto.
No sabía qué más decir. Había invitado a Altagracia a mi departamento para charla un poco de nuestras vidas. Ahora estaba aquí en toda su deliciosa plenitud y yo no sabía qué decir. Se me acercó con una sonrisa.

—Relájate, Saul . Soy sólo yo. —Señaló el pequeño sofá y tomamos asiento los dos.

— Sabes no puedo creer que te este viendo de mucho tiempo, son 4 años que no supe de ti; y hasta ahora no lose.
Se mantuvo estáica en el sillón mientras me miraba fijamente y eso me descontrolaba un poco.

— ¿que quieres saber?

— te parece si esta noche hablamos como viejos amigos. — tenía que decirlo.

— acaso somos amigos; no lo creo, somos todo menos amigos, nunca lo fuimos en realidad. — contestó con sarcasmo para luego tomar de su Cocacola.

— no, no lo fuimos pero eso se puede remediar. — dije con total sinceridad.

— bueno al menos que sea por esta noche; poder hablar como confidentes cosa que no somos. Tampoco. — se burlo sin mas.

—¡ intentemos y haber que pasa!

—¿ hace cuanto tiempo que estas en miami? Pregunto Altagracia.

— no hace mucho, si estoy aquí es por trabajo en realidad. Tengo una vida en México. — los ojos de altagracia me observan con curiosidad en todo momento mientras hablo, esta noche eramos solo ella y yo después de mucho tiempo, quizá la primera vez que nos sentábamos a hablar como amigos de un tema que no es muerte y sangre.

— si, supongo que es por tu mamá. Dijo esperando que asintiera, esto sería incomodo, calle por un momento buscando formular una respuesta. Y era en ese entonces que por primera vez en la vida quería que alguien irrumpiera en nuestra conversación, tanto se demoraba la dichosa pizza. ella seguía esperando una respuesta.

— No. En partes es por mi madre, pero también es por Ale y Estafani. — abrió los ojos asintiendo sin entender nada, miro hacia otro punto de la habitación. Cuando volví a tener su atención, proseguí. 
— un año despues que te fuiste, conocí a estefy  intentamos ser algo mas que amigos, en ese lazo de tiempo quedo embarazada y Ale nació.

ME DUELE AMARTE ( saugracia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora