Avonlea

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Las vías temblaban conforme la gran máquina avanzaba sobre ellas, en el cielo se veía el rastro del humo y entre los árboles destacaba el color negro del transporte

En uno de los vagones una larga cabellera negra avanzaba hasta donde se encontraba una rubia mujer con un elegante vestido rosa, sentada junto a dos pequeños niños idénticos, quienes miraban el paisaje, frente a estos, un hombre de elegante traje miraba los encabezados del día en el periódico que compro antes de abordar aquel transporte 

La niña de grandes ojos verdes y vestido a cuadros negros y rojos tomo asiento junto a aquel caballero, recostando su cabeza en el hombro del mismo

-¿Terminaste de explorar?- fueron las primeras palabras salidas de la boca de la mujer mientras tomaba en brazos a su pequeño hijo que cayo dormido 

-Estoy aburrida mamá, ¿cuanto....-

Antes de que la niña siquiera terminara su oración un hombre de impecable uniforme llamo la atención de todos los pasajeros 

-Damas y Caballeros, estamos a breves instantes de llegar a la estación de Charlottetown, les pedimos que bajen en orden y procuren no olvidar alguna pertenencia-

Sin mas que decir, la joven muchacha sonrió en dirección a su familia, su padre se volteo al asiento trasero y ordeno a sus mayordomos ir por el equipaje en cuanto el tren se detuviera, mientras su madre comenzaba a despertar al niño que llevaba en brazos 

La familia Barry-Windsor, mejor conocidos como los duques de Kensington, pero, ¿Cómo paso esto?, sencillo, Victoria Windsor, la mas chica de los cinco hijos del príncipe Victor, el segundo en la linea de sucesión para la corona británica, sus probabilidades de heredar la corona eran prácticamente ninguna, por lo que ella se centro en estudiar y cumplir sus sueños, al principio la idea de casarse no le era relevante, hasta que Arthur Barry dueño de la mayor cantidad de barcos exportadores de Inglaterra, volviéndolo un hombre muy poderoso junto a su hermano William, llego a su vida, se conocieron en una fiesta organizada por los padres de la rubia, cuyo propósito (irónicamente) era que eligiera un esposo, su primer contacto fue cuando los padres de la en ese entonces joven Victoria los presentaron, se sumergieron en una agradable conversación cuyo final fue que ambos jóvenes estaban aburridos en aquella fiesta, por lo que sin mas, escaparon, apareciendo hasta altas horas de la madrugada, empapados por jugar en el rio cerca del castillo

Después de eso siguieron viéndose, hasta que finalmente paso, unieron sus vidas, durante su luna de miel recorrieron algunos lugares, lo que termino por encantarles, haciéndolo prácticamente su estilo de vida, por lo que decidieron ser lo que ellos llamaban "Tratadores de la paz", viajaban por el mundo en representación de la corona haciendo acuerdos con los piases, duraron un año siendo solo ellos dos, hasta que la noticia de que tendrían a su primer bebe llego, Elizabeth Alexandra Barry-Windsor princesa de Kensington, fue como llamaron a su primera hija, al igual que ellos, la pequeña era un espíritu libre que odiaba la monotonía, disfrutaba de recorrer el mundo junto a sus padres y tener aventuras que le daban valiosas lecciones de vida, fueron ellos tres durante un largo tiempo hasta que la pequeña cumplió los 12, cuando nacieron sus hermanos gemelos Brendan y Connor, apenas aprendieron a caminar se volvieron imparables, adoraban hacer travesuras y jugar con su hermana

La familia no volvía a Inglaterra a menos que fuera muy necesario, la última vez que habían pisado tierras londinenses había sido para la ceremonia donde nombraron oficialmente a los más pequeños de la familia, Príncipes de Kensington

Pero ahora, después de tantas aventuras, finalmente se quedarían en un lugar. La tranquila Avonlea.

Ya fuera del tren, la familia comenzó a caminar en busca del carruaje que los transportaría a su nuevo hogar, la pelinegra mostro cierto descontento al no tener oportunidad de visitar a su Tía Jo, pero sus padres le explicaron que al integrarse mañana a las clases tiene que llegar a su nueva casa, desempacar e ir a ver a sus primas y tíos, después de escuchar lo ultimo su enojo disminuyo considerablemente, ansiaba ver a su prima

El camino duro varios minutos, que realmente pasaron rápido, pues la familia comenzó a hablar de los lugares que habían conocido  al ver alguna flor o cosa que les recordara dichos lugares 

Y finalmente, llegaron, la fachada de la casa era hermosa, de un bello y luminoso color blanco, con pilares, había un porche con una mesa para el té, pequeñas escaleras que daban directamente hacia este y una puerta doble de color negro con un picaporte dorado, al entrar a mano derecha había una puerta que funcionaba como armario dentro de este había zapatos afelpados para el interior de la casa, (ya que en una visita a los países asiáticos descubrieron que antes de entrar a casa se quitaban los zapatos para "dejar las malas energías fuera de esta misma")

Frente a ellos, una escalera que se dividía en dos con un bello barandal, a cada lado de cada terminación de este mismo había entradas hacia lo que era una sala de estar que contenía varios instrumentos musicales,, una sala y estaba repleta de ventanas, permitiendo mayor acceso a la luz del dia, a cada lado de esa habitación había otra entrada, a mano izquierda el comedor, una bella mesa de madera de caoba, con doce lugares, mientras que en la entrada a manos derecha estaba la gran cocina, con otro pequeño cuarto que supusieron era la despensa.

Finalmente la familia subió al segundo piso, en la cima de las escaleras, había un espacio con baules y algunos sillones, que era el área de juegos o tareas, las habitaciones estaban divididas en dos de cada lado, los gemelos se quedarían en la habitación frente a la principal, para que en casos de emergencia sus padres estén cerca, mientras que la mayor de lo hijos se quedaría con una habitación al otro lado de aquel area de juegos y la habitación libre, sería de invitados

Sin perder tiempo la chica de verdes ojos como los de su madre, entró a su habitación, viendo que esta era de un bello color blanco, (al igual que toda la casa), frente ala puerta estaba la gran cama matrimonial, con su propio dosel, a cada lado de esta habían dos grandes ventanas, que daban paso a un hermoso balcón a su mano izquierda había un tocador y un escritorio, mientras que a mano derecha había dos puertas, una, era el baño y la otra era su closet, ya repleto de sus vestidos, en si, las mucamas se habían encargado de desempacar todo ella únicamente había ido para acomodar lo que tenía en su maleta de mano, que eran, fotografías enmarcadas de ella y su familia en diferentes lugares, algunas con personas que había conocido en los viajes, además de claro, recuerdos, como aquel broche para el cabello hecho con jade que compro en china, la pintura del hermoso paisaje francés, un atrapasueños que le obsequio una agradable familia de indios en estados unidos, los collares, pendientes y brazaletes que le obsequio su abuelo paterno y su tía Jo, pequeñas estatuillas de bronce, plata u oro, que representaban algún lugar que visitó, entre otras cosas

Ya cuando su cuarto, finalmente parecía, SU CUARTO, su madre tocó la puerta, informando que era hora de ir a casa de sus primas, por lo que rápidamente fue por la pequeña bolsita que estaba sobre su tocador y salió a reunirse con su familia. 

Era momento de visitar a su querida prima

✨Ella✨ *Anne With An E* (Gilbert Blythe y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora