Primavera, aves cantando, hermosas flores mostrando sus colores, la naturaleza en su máxima expresión y era aún más hermosa ahora que nuestra protagonista vivía en una isla rodeada de esta misma
La idea del viento agitando su cabello mientras ella corría por un basto prado repleto de fauna, no abandonó su mente en toda la mañana, lastimosamente no pudo ser más que eso, una idea, pues en todo el tiempo tuvo que estar en casa de su prima, usualmente era divertido, pues solían hablar de las diversas aventuras que había vivido cada familia en sus viajes, sin embargo ese día, los hombres se encerraron en el despacho para hablar de negocios y las mujeres estaban tomando el té hablando de la decoración de sus respectivas casas
En un desesperado intento de buscar hacer algo más interesante que estar jugando con sus hermanitos bajaron, encontrándose con una de las mucamas, quien parecía prepararse para salir, por lo que decidieron acompañarla
¿Quien diría que aquella idea acabaría con una Diana lastimada del pie?
Les pondré en contexto, luego de llegar a la carnicería y descubrir que esta estaba cerrada, la empleada les propuso ir a la cabaña del cazador, prometiendo que no estaba lejos y no tardarían mucho, las muchachas aceptaron encantadas
Sin embargo al llegar un perro salió de la nada sorprendiendo al par de primas, mientras que Elizabeth únicamente brinco en su lugar por el susto, Diana por otro lado intentó correr, pero tropezó, torciendo su tobillo durante la caída
Después de discutirlo, se decidió que mientras la mucama notificaba a los padres, ambas jóvenes se quedarían, en la cabaña del carnicero, quien curiosamente, era el padre de Jerry, el chico francés que trabajaba en Green Gables, el hogar de su pelirroja amiga
Las horas pasaron y era hora de la cena, la gran mesa se encontraba en un notable e incómodo silencio, mientras "disimuladamente" todos veían a ambas primas
-¿Tenemos que estar callados y aburridos por la visita de las princesas?- pregunto una pequeña niña a su padre en el otro extremo de la mesa
Ante esas palabras ambas primas se miraron entre sí, tratando de pensar en que hacer para acabar con toda esa incomodidad
Elizabeth, fue la primera en actuar, tomó un pan que partió por la mitad, lo remojo en su plato de comida y comenzó a masticar sin cuidado alguno, olvidándose de los modales tan elegantes que usaba, todo esto mientras su prima le imitaba
-¿Señora Baynard?, Es el guiso más delicioso que he comido- dijo en francés la Windsor sacando una risa de la mujer
-Llamame Lisette- respondió ella
Después de aquello el ambiente mejoró notablemente, todos parecían más relajados y comenzaron a hablar entre ellos, en su idioma natal obviamente (frances)
-Oye papá, ¿supiste lo que le pasó a Jean con las trampas ayer?- habló el que parecía ser el hermano mayor de la familia
-No hables de Jean y las vísceras de conejo en la mesa- interrumpió juguetona su madre sabiendo que de todas formas hablarían de eso
-¿Que paso?-
-Cuéntanos- pedían los más pequeños
-¿Qué son las vísceras?- pregunto la más pequeña de la familia
-La....parte que contiene la caca- respondió su padre
Todos reían, sin embargo Jerry un tanto avergonzado los detuvo, pues pensó que estaban quedando mal frente a las Barry, pero esa idea la descarto en cuanto ambas comenzaron a reír
-No creo que debamos cantar esta noche-
Todos comenzaron a quejarse ante lo dicho por el patriarca de la familia, quien se dio por vencido y les dijo que cantarían, pero que era hora de poner las camas, todos comenzaron a hacer cosas diferentes, mientras algunos levantaban los trastes sucios, otros ponían una especie de colchonetas en el suelo
-No tenemos más habitaciones,solo esta y...todos dormimos aquí- explico Jerry al ver la mirada confundida de las Barry
-¿Podemos ayudarlos?- pregunto Elizabeth
-Nos gustaría colaborar- siguió su prima
-Si, porfavor...gracias, adiós, hablo español- les contestó una de las hermanas menores
-Si, eres una niña inteligente- la elogio Diana, mientras que Elizabeth solo asintió
De la nada, el sonido de un acordeón llamó la atención de todos, era el padre de la familia, comenzando una alegre canción, que poco a poco, logró hacer a su familia dar los primeros pasos de baile
Los minutos pasaron y las primas veían como la familia bailaba alegremente, hasta que una figura se posó frente a ellas, era el hermano mayor de Jerry quien tenía la mano estirada hacia Elizabeth como una invitación a bailar, quien gustosa acepto
-Baila muy bien, señorita- elogió el joven castaño
-Elizabeth porfavor y usted tampoco baila nada mal... -
-Alexandre, aunque, aquí me dicen Alex-
-¿De verdad?, mi segundo nombre es Alexandra y mis padres de vez en cuando me llaman Alex-
Con esto dicho, una amena conversación comenzó, entre ambos jóvenes, quienes siguieron bailando como si no hubiera un mañana
Al menos hasta que la puerta fue abierta abruptamente por la madre de Diana, quien dicho sea de paso se llevó un enorme susto por los ladridos del mismo perro que causó la lesión de su hija
-No entiendo su libertinaje, pero ya están a salvo queridas, a salvo- decía Elisa mientras ambas niñas caminaban a su lado
Elizabeth vio como ante unas extrañas señas de parte de Jerry a su prima, esta comenzó a "cojear" confundiendo a la mujer, antes de subir ambas primas se giraron hacia la familia para despedirse correctamente
-Pasamos una noche maravillosa en su hermosa casa-comenzó a decir en francés Diana
-Muchas gracias por su hospitalidad- siguió la ojiverde
-¡Las quiero! ¡Adiós princesas!- se despidió la menor de la familia Baynard quien era cargada por el primogénito de la familia
Todos les sonreían y se despedían moviendo sus manos de un lado a otro así que sin más retrasos ambas jóvenes subieron al carruaje, siendo seguidas por los padres de la de vestido azul
Durante el camino ambas chicas fueron regañadas por la mujer, hasta que llegaron a la casa de la ojiverde, en cuya entrada la esperaban sus padres
Sin demora la de falda azul marino bajó del transporte, despidiéndose de su prima y tíos
-Espero que hables con ella Victoria, esta clase de conductas no son propias de una dama- dijo la madre de Diana quien aún estaba bastante escandalizada para después dar la orden de ir finalmente a su hogar
-Claro que hablaremos contigo, señorita- dijo su padre
-Si querías tener una aventura, debiste decírnoslo, ahora, ¿que tal estuvo?-
Padres e hija entraron a su hogar, mientras la pelinegra comenzaba a relatar lo sucedido ese día, esperando poder volver a vivir algo así de nuevo, sobre todo si era con su prima
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Maratón, claro que si, para enmendar mi ausencia gente :)
Buenas noshes y gracias ✨
Gaby ♥️
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✨Ella✨ *Anne With An E* (Gilbert Blythe y tu)
FanfictionYa había recorrido el mundo con su familia, como los espíritus libres que eran, pero ya era momento de sentar cabeza, ver a su familia y ¿Por qué no?....Tener otra aventura ___________________________________ "¡𝑻𝒊𝒂 𝑱𝒐!..." "𝑺𝒆𝒂𝒎𝒐𝒔 𝒍𝒐𝒄�...