✨Ella✨ *Anne With An E* (Gilbert Blythe y tu)

⩿El Tren Pt.3⪀

La gente yendo y viniendo, el silbato del jefe del tren, anunciando que en pocos instantes partirían, nuestra linda pelinegra se encontraba junto a su azabache acompañante, ambos viendo como la pelirroja se despedía de sus tutores, sus padres le habían permitido empezar a ir en tren hasta Charlottetown, para que fuera más independiente y supiera tomar un tren por cuenta propia 

-Y no hables con extraños- decía la mujer

-Por su puesto- le respondía la niña 

-No aceptes que te lleven-

-Por su puesto-

-Siempre mantente cerca de Elizabeth y Gilbert, ¿estas segura de que llevas todo? ¿el dinero de regreso del ferri y del tren? -

-Por su puesto- 

-Solo Dios sabra que pasara si te quedas varada....Cielos Anne- exclamó la mujer mientras limpiaba una mancha en la cara de la pelirroja con su pulgar previamente mojado

-Marilla- dijo la niña con el rostro serio 

-Eres como te presentas Anne, si pareces una niña de la calle dios sabe qué peligros atraerás, ¿sabes que tipo de personas viajan en tren?-

-¡Yo! Yo viajo en tren y lo hago desde antes que me conocieran, recuerda que tengo experiencia viajando- 

-Matthew dale otra moneda para comida extra, ya sabes como es con sus aventuras, se olvida de comer y antes de que te des cuenta esta devil y boca abajo en una zanja- 

-¡Marilla! Yo, yo, nunca me paso eso- 

Fue lo último que escucharon decir a la pelirroja antes de alejarse para subir al tren, pues ya habían llamado a los pasajeros y ellos decidieron adelantarse, estaban por entrar al tren cuando...

-¡Gilbert, Elizabeth! Acompáñenla  a llegar a la casa de la Señora Josephine- grito Marrilla 

-Y gracias por acompañarla- dijo Matthew 

-Vamos cada sábado, no hay problema- contestó Liz

-No se que le pico, pero soy muy capaz de...-

-Y la mantendremos lejos de las zanjas- le interrumpió el azabache, mientras él junto a la pelinegra entraban al vagón mientras se sentaban y minutos después la pelirroja entró 

-Ella te quiere- dijo Gilbert tratando de iniciar una conversación con la pelirroja que se sentó frente a ellos

-¿Ah sí? es ridículo- respondió molesta 

-Si sirve de consuelo no nos importa ser tus acompañantes- ahora hablo la pelinegra, con una sonrisa 

-Pero a mi si, yo puedo cuidarme sola, ¿siquiera saben cual es mi búsqueda?, estoy en un viaje profundo y significativo y no los necesito- reclamo la pecosa mientras miraba a los de cabelleras oscuras

-Si... ya nos dimos cuenta, gracias- respondió el azabache mientras tomaba un libro de su bolso y comenzaba a leer, mientras la pelinegra sacaba una libreta con las exportaciones que tendría que supervisar ese dia 

-Perdón, no quise que...-

-Está bien- volvió a decir el azabache sin despegar la vista de su libro

El resto del viaje se resumió, en casi nada, era total silencio, la pelinegra si tenía que supervisar las exportaciones de ese día  y debía ser muy minuciosa con las horas de salida, además de que era dia de paga para los empleados, por lo que ella iría al muelle antes de ir al consultorio 

El tren se detuvo y  el grupo de tres bajo, comenzando a caminar hacia la casa de la Tía Jo, el azabache no había superado su enojo, eso era notorio, al menos para la pelinegra

-Ah, gracias.... los vere en- 

-De nada-  contestó secamente Gilbert, para despues tomar la mano de la ojiverde y volver a caminar ahora con rumbo al muelle

-¡Saluda a la tía Jo por mi!- grito la de falda roja mientras se alejaba viendo como la pelirroja asentia 

-Oye eso no fue muy amable- le dijo ahora al chico 

-Lo se, solo que....¿no pudo simplemente decir gracias y ya?- alego el azabache 

-Anne es muy peculiar, tiene un temperamento muy fuerte, pero tranquilo, no la veremos hasta que termine el dia- le respondió ella, mientras detenía su andar y le sonreía al joven 

-Vamos, deja ese ceño fruncido o acabarás arrugado como una pasa- al ver como el chico seguía con esa cara y no la veía a los ojos, supo que era hora de actuar, dejo un rápido beso en la mejilla del chico quien inmediatamente la miro y sonrio pero más por pena que nada 

Al ver el cambio de actitud del azabache volvió a caminar con sus manos aún entrelazadas y con un Gilbert sonriente siendo jalado 

-¡Está debajo de aquella! ¡y asegurense de que estén bien sujetas, no queremos accidentes!- gritaba el capataz a lo lejos, mientras indicaba dónde poner las cajas con la mercancía que iría hasta londres

-Todo está en orden majestad, si el clima sigue asi atracáremos dos días antes de la fecha acordada-decía un hombre con gorro y ropas muy elegantes junto a la pelinegra

-Excelente, bien, aquí están los pagos de los trabajadores, si los productos llegan sin contratiempos, me aseguraré de poner un pequeño bono la próxima semana- respondió Elizabeth, mientras entregaba un montón de sobres blancos cerrados al capitán, confiaba plenamente en aquel hombre, pues llevaba 30 años trabajando para la familia 

-¿Está segura?- dudo el hombre 

-Hay que recompensar los trabajos bien hechos capitán, si los empleados saben que sus esfuerzos serán bien recompensados, harán mejor su trabajo- 

-Como usted diga, bien, debemos zarpar, nos veremos la próxima semana majestad- 

-Que tenga buen viaje capitán- 

El hombre hizo una reverencia a la princesa y un asentimiento de cabeza hacia el azabache, para después comenzar a subir al barco y decir al capataz que era hora de irse

-Eres muy buena en esto- dijo el de ojos miel hacia la joven 

-Tengo algo de experiencia, desde niña acompañaba a mi padre, el me explico todo para poder seguir con el negocio- 

-Entonces está en buenas manos- volvió a hablar Blythe , mirando el rostro de su acompañante, mientras se acercaban lentamente 

-¿Sabes qué otra cosa esta en buenas manos? El consultorio del Doctor Ward, al que por cierto debemos ir ya- interrumpió Elizabeth, mientras ponía un dedo en la nariz del joven 

-Vamos Gilby, tomemos un carruaje- siguió hablando la chica mientras se separaba del mencionado  y comenzaba a poner rumbo a la calle

El joven Blythe solo la vio irse, mientras sonreía, esa chica definitivamente lo volvía loco