Cambios [Tokyo revengers]

3. Mal a un millonario.

Kazutora soltó una estruendosa carcajada, —¡Corré Chifuyu! —gritó, mientras se giraba hacia el rubio, avanzando a espaldas del camino, y le tomaba del brazo para tirar de él.

Chifuyu estaba perdiendo el aliento. Habían corrido apenas por unas tres manzanas, pero había avanzando las dos primeras entre carcajadas y mofas. En algunas ocasiones había hecho el intento de parar de correr para poder sostenerse bien el estómago mientras intentaba controlar su risa, pero los gritos de reclamo tras él lo obligaban a seguir corriendo.

El rubio recordaba como había estado casi muriendo de la risa hace unos segundos y las carcajadas amenzaban con salir. El estómago le dolía de forma horrible.

Baji los alcanzó, casi tropezando, y los miró con una gran sonrisa. Él también disfrutaba la situación.

—¿¡Qué mierda hacen!? ¡Chifuyu deja de reír y corre! —soltó con una gran sonrisa en el rostro mientras tomaba la mano libre de Chifuyu, la cual este antes usaba para sostener su estómago.

Tal vez por la adrenalina del momento, o porque estaba apunto de caer de bruces al suelo si no se equilibraba con algo, Chifuyu dejó que Baji lo tomara de la mano con fuerza, entrelazandolas, y tirara de él para llevarlo a su lado, provocando que el flojo agarre que tenía Kazutora en su otro brazo se soltara.

Kazutora estaba demasiado ocupado esquivando un zapato que le fue lanzado como para darse cuenta del suceso. Se volteó indignado, dispuesto a dar pelea por ese zapato ajeno que casi le da de lleno en la cara.

—¡Hey!

—¡Kazutora! —regañó Chifuyu con burla, mandándolo a callar.

Tanto él como Baji apenas podían estar en pie cuando llegaron al lugar donde tenían aparcadas las motos. Las carcajadas de kazutora, quién antes era el que más se reía (especialmente cuando a Chifuyu casi se le sale un zapato mientras corría), habían acabado y ahora tenía mucho más enojo que risa.

Baji tiró de Chifuyu para que este se montara rápida y apropiadamente a su moto. El último sentía que iba a caer al suelo en cualquier momento. Tomó una gran bocanada de aire e intentó hablar, pero otro ataque de risa entró cuando vio el ceño fruncido de Kazutora ya sentado en su moto. Chifuyu tomó su estómago y se retorció, pegando su frente contra la espalda de Baji en una risa muda.

Necesitaba parar o iba a morir por falta de aire.

—pff, ¡Chifuyu! —se quejó Baji entre chiste. Podía sentir como Chifuyu temblaba de la risa detrás suyo—¡Te vas a caer...! Maldita sea.

—¡Ya dejó de ser gracioso! —gruñó Kazutora, inflando las mejillas—. Ese idiota de verdad me tiró un zapato, ¡Lo habría noqueado de un golpe!

Los tres ya habían arrancado las motos, cada uno en su respectiva, a excepción de Chifuyu, quién iba con Baji pues él no tenía ninguna motocicleta.

Baji lo miró por un segundo antes de regresar su vista a la autopista, dándole una mirada de burla.

—¿Que, te tiraron un zapato? —se burló. Chifuyu detrás suyo intensificó su risa. Cuando estuvo apunto de irse a un lado de la moto Baji tuvo que sostenerlo con uno de sus brazos y seguir manejando con solo una mano. El pelinegro chasqueó la lengua— ¡Ya está bueno Chifuyu idiota!… ¡NO TE RÍAS AUN MÁS!

Tomó uno de los brazos del rubio, con la mano con la que antes lo sostenía para que no cayera y muriera, y lo obligó a abrazarlo de la cintura, para así volver a manejar con ambas manos disponibles.

Baji había querido que Chifuyu fuera con él, pero no contaba con que este fuera tan risueño y pusiera la estabilidad de la moto en peligro. Aún si él sostenía a Chifuyu con una mano, la otra sola no le alcanzaba para seguir manejando con tranquilidad.