Capitulo 15

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Un pequeño brillo se hace presente en mis ojos. Coloco mis manos en mis labios para ahogar un grito. -Okey, eso lo confirma- Paso mis manos por mi cabello aliviada. Sería mentira si dijera que esto no me asusta, pero rápidamente ese sentimiento cambia por esperanza.

--Entonces solo tienes que salir. - levanto mis manos hacia los costados y levanto mi pecho- Fuera. 

No pasa absolutamente nada, solo que me siento como una idiota al hacer esto. Lo vuelvo a intentar, pero como antes no sucede nada. -Tal vez tengan alguna palabra secreta  o algo así. Dejo caer mis brazos a mis costados.

--O tal vez eres algo tímida -Me siento extraña al hablar con alguien que no esta físicamente frente a mi-

Dejo escapar el aire de mis pulmones lentamente. Mientras que el recuerdo de mi tía me inunda la mente. Me siento en uno de los sillones mientras niego con la cabeza y coloco mis palmas sobre ella con frustración. Necesito pensar en algo. Pero simplemente no se que hacer. 

No se cuanto tiempo me mantengo así, cuando escucho el chillido de la puerta al abrirse.  Me levanto del sillón de un salto y camino en dirección a las dos sombras que identifico como Apolo y Owen. Pero al hacerlo me golpeo con la esquina de la mesa en mi pierna. Suelto una maldición. 

--¿Samara? -Escucho la voz de Apolo- 

Lía baja con rapidez las escaleras y abraza a Apolo, lo besa y lo estrecha más entre sus brazos. Desvió mi mirada hacia un lado y me encuentro con los ojos de Owen. Aunque se encuentra en su forma humana sus ojos siguen de un rojo brillante. 

La oscuridad de la casa me impide mirarlo detenidamente. Quiero asegurarme de que no este herido. 

--¿Por qué estas despierta? -Me pregunta con voz un poco ronca- 

Sin aguantar ni un segundo mas me acerco a el. Sus ojos me intimidan, pero se que el no me haría ningún daño. Al estar un par de centímetros enfrente de el, me detengo, levanto mi rostro para mirar el suyo y coloco mis manos en sus mejillas. Owen de inmediato acaricia su mejilla con mi mano y yo me percato de una pequeña herida que tiene sobre su ojo. 

--¿Estas bien? 

--Estoy mejor que nunca -Suelta sin dejar de mirarme- 

De un momento a otro Lía y Apolo desaparecieron, dejándonos solos. 

--Vamos, te ayudaré con eso. -Suelto, mientras paso uno de mis dedos por su herida con dulzura y cuidado- 

Lo dejo en la sala mientras me adentro en el castillo buscando un botiquín de primeros auxilios, un cuenco con agua y un par de toallas limpias. Cuando regreso a su lado el esta sentado en una de las sillas frente a la mesa, coloco todo lo que necesito para limpiar y curar su herida en ella y después enciendo una vela. 

Humedezco una toalla y le exprimo el exceso. Suelto un pequeño jadeo cuando siento la mano de Owen subir por mi pierna desnuda. 

--Te has golpeado -Suelta, mientras hace pequeños circulas en donde me golpee con la esquina de la mesa-

Después esta sube y intenta posicionarse entre mis muslos. Doy un pequeño salto alejándome un poco de el. 

--Lo lamento -Suelta y se vuelve a recargar en la silla- 

La luz de la vela me hace dar cuenta de que Owen no solo tiene una herida encima de su ojo sino que también en su pecho, tiene  un par de zarpazos que aun sangran. Trato de inspeccionar el resto de su cuerpo, pero me detengo de inmediato al notar que esta desnudo. Subo mi mirada y me encuentro con sus ojos que ya se han tornado de color azul intenso. Me aclaro la garganta y tomo una de las toallas de la mesa. 

Gran Lobo FerozDonde viven las historias. Descúbrelo ahora