Capitulo 41

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Rixon. El era...
Todo lo que estaba bien en este mundo.

Su labios junto a los míos, mis brazos enredados en su cuello y los suyos sujetando con firmesa mi cintura. Era una combinación más que perfecta.

No quería despertar de este sueño. Donde solo éramos el y yo, sin tener que preocuparnos de lo que mañana nos espera.
Tal vez si Rixon y yo nos hubiéramos conocido de otra forma o si yo no hubiera sido quien soy o el quien es, todo hubiera sido muy diferente.

Pero lamentablemente esto fue lo que nos toco vivir, pero así como la vida me había arrebatado todo de un día para otro, me sentía con derecho de robarle este pequeño instante de felicidad aun que fuera tan fugaz qué tal vez pensaría que habría sido un sueño.

Rixon separó nuestros labios y recargo su cabeza en mi hombro respirando con dificultad. Y fue entonces que me percate de que ahora me encontraba sentada en su regazo. ¿Como había llegado hasta aquí?

--No... No podemos seguir.

Soltó Rixon. El aire de sus palabras recorrió mi cuello probocando qué el bello de mi cuerpo se erizara por completo.

--No tienes idea alguna de cuanto he deseado este momento, samara. - su boca beso mi cuello haciéndome temblar ante su roce- pero no creo poder parar esta vez, cuando regresemos a casa tendremos todo el tiempo del mundo...

Mi corazón dio un huelco al escuchar la palabra que Rixon había soltado "Casa".
Owen la había dicho con anterioridad, pero no de la forma en que lo había hecho, Rixon. Con emoción, anelo e incluso esperanza en todo su ser.

Tara se sacudio en mi enterior y yo... Extrañamente tenía ganas de llorar y en mi garganta un nudo de emociones se comenzaba a formar.

Mire a Rixon a los ojos aun que el había hecho algo horrible con su mate no se merecía sentir el dolor del engaños como lo había sentido yo con Owen. Ninguno de los dos merecía sentir dolor nuevamente y yo no quería volver a creer algo que realmente nunca existió.

Las palabras que salieron de mi boca me dolieron en lo más profundo de mi ser, pero tenía que recordarle a él y sobre todo a mi misma que no regresaría a su manada, ni a su vida después de todo esto.

Una lagrima resvalo por mi mejilla y mi corazón se rompió. Ya era demasiado tarde para mi, yo ya me habia enamorada de Rixon, pero aun podía salvarlo a él.

--No volveré a tu manada - solté en un hilo de voz - tal vez sea la última noche que durmamos bajo el mismo techo.

Rixon miro con atención la lagrima qué corría por mi mejilla, ignorando completamente mis palabras y cuando la lagrima llego a mi barbilla, Rixon la beso.

--Es esa tu decisión final - soltó finalmente -

Yo asentí aunque Rixon no lo hubiera dicho como pregunta.

--Entonces espero que no me odies por lo que haré. - su expresión se volvió dura e impenetrabile-

--Qué has dicho? - pregunte confundida-

Sin previo aviso Rixon se levantó de la silla conmigo en brazos, me bajo al suelo y después avanzó a pasos agigantados hacia la puerta para salir de la habitación dejándome nuevamente sola.

***

Rixon no volvió en toda la noche. Lo espere despierta con la esperanza de que volviera, pero no fue así.
El sueño gano la batalla conmigo e hizo de la suyas para despertarme de golpe por el sonido de alguien llamado a la puerta. Danika entro a la habitación con gesto cansado, al parecer ella tampoco había dormido bien.

Gran Lobo FerozDonde viven las historias. Descúbrelo ahora