Nos dirigimos a mi oficina y el resto de la tarde la pasé más agitada que nunca, las reuniones con los miembros del equipo no pararon, ni las llamadas para conseguir patrocinadores para el festival; ni videoconferencias con embajadas, ni la revisión de propuestas de hoteles. Y sin embargo, yo me sentía como una pluma porque bastaba para mirarte, para que la calma volviera a llegar.
Todos pensando que estabas allí trabajando de la mano conmigo para el Festival de Cine, cuando solo estabas allí porque no querías no estar conmigo y porque yo no quería no estar contigo.
-Vale Ana, entonces aquí está el listado de los hoteles que necesitamos confirmar que pueden hospedar a los invitados y el cuerpo consular; no tienen que ser todos las mismas noches; comprueba el vuelo y el día de coctel de cada país y dependiendo de las fechas vamos sacando las reservas. Lo otro es que sí logramos que también nos patrocinen sus espacios sociales para los cocteles, ¡sería formidable !una vez te den el sí, lo hablas con mercadeo y que ellos se encarguen de allí en adelante ¿va?-
-Entendido, me reúno con el equipo para dividirnos el listado y te voy contando; permiso- Afirmó Ana mientras seguía con los ojos clavados en la tableta.
-Ana, ¿todo listo con el evento de música?, ya es el otro fin de semana- Me apresuré a preguntarle antes de que saliera de la oficina.
-Sí , todo listo, solo falta que llegue el viernes para repasar con protocolo la apertura el evento- Afirmó con parsimonia y sin restarle atención a la luminosa pantalla
-Perfecto-
Mi desplomo en la silla y abro otro bombón de chocolate mientras giro en mi propio eje y te veo, << Nunca me canso de verte>>
-¿Te gusta lo que ves?- Me dedicas mientras te diriges donde mí.
-Mucho-
-¿Nos vamos?-
-Me quedaré aquí toda la noche mi amor, y..-
-Espera, ¿me has dicho mi amor?-
-Dilo de nuevo, por favor dilo de nuevo Julieta- Dices emocionado, como si a un niño le acabaran de decir que irá a conocer Disneyworld.
-¿No se supone que deberías estar en casa ya?, tu esposa debe estarse pregunt..-
-Me he ido de casa y he pedido el divorcio; ¿puedes decirlo de nuevo?-
-¡¿QUÉ?!-
-Dilo de nuevo, por favor-
-¿Me puedes explicar lo que acabas de contarme?-
Sueltas el aire de golpe mientras ruedas los ojos y provocas una sonrisa en mí.
-No hay nada que explicar, mi amor, me he ido de casa y le he pedido el divorcio a Mónica, no quiero estar con ella más, no nos aguantamos hace mucho, no la quiero, y tampoco quiero hacerle daño engañándola pretendiendo vivir algo que no es real; ahora me voy a casa; tengo un par de reuniones en unas horas. ¿Almorzamos mañana?; ten, apunta tu número y te mando un mensaje cuando esté libre- Me dices con calma mientras me entregas tu móvil.
Lo tomo y tecleo mi teléfono aún sin poder procesar del todo la información que he recibido; quizás porque ha salido dispara de tu boca como una ametralladora.
-Nos vemos mi amor... Ha sido jodidamente candente escucharte hablar en tantos idiomas; espero que lo hagas pronto mientras estás en mi cama- Me susurras en el oído luego de dejarme un beso en la mejilla.
Me quedo por un par de horas en la oficina, y aunque intentaba trabajar la verdad es que no tuve éxito, en cambio seguía procesando los últimos acontecimientos de mi vida.
ESTÁS LEYENDO
Morir para bailar
RomanceHe vivido en el olvido de quién aún está presente y debo reconocer que es de las peores formas de morir que existen. También me he vuelto eterna en quienes desde lo efímero me han regresado a la vida y no he encontrado religión más preciosa que esa...