Nicolás.
No sé cuánto tiempo ha pasado o si por el contrario el tiempo se detuvo aquel día, aquella noche.
Tengo claro como vi las imágenes y los videos de la escandalosa escena entre Mónica y tu asistente; como luego de ver un video en que parecía que tu alma se había evaporado de tu cuerpo, agarré el primer vuelo y volví a buscarte; no sin antes partirme de un dolor inmenso al ver cómo corrías detrás del tal Hyun, y la forma en como el tal Hyun te veía a ti.
Recuerdo como llegué y no estabas, cómo te llamé y no respondiste, como te busqué y no te encontré.
Recuerdo el impulso que tuve por ir a buscarte, sabía que estarías lejos, sabía que estarías sufriendo y que me necesitabas; y recuerdo cómo me sentí cuando no pude ir por ti y cuando entendí que sin duda alguna estarías mejor sin mí.
Estoy muerto desde aquella noche, desde aquella madrugada, desde aquella mañana donde me desperté y me di cuenta que la pesadilla apenas comenzaba; estoy muerto desde que no veo cómo las llamas de tu pelo me calientan la conciencia.
¿Qué estarás haciendo? ¿pensarás en mí?, ¿ ¿ te acuestas imaginando que mis labios colonizan tu espalda?
Yo sí, a todo sí...
¿por qué te has ido?
Menos mal te has ido, menos mal no estás viviendo el basurero que ahora habita aquí, cuando toda tu alma entera es un arrecife de coral.
Te has ido porque mereces volar, mereces que te hagan volar y yo estoy aquí; siendo coleccionista de jaulas.
Pero es que te has ido y me arrastraste la vida contigo, y no regresa; no regresa porque no me pertenece; te pertenece a ti desde que vi como aquella gota de cerveza se instauró en tu labio la primera vez que hablamos.
Te pertenece a ti desde que alborotas tu melena cuando tienes estrés.
Ha sido tuya desde la primera noche que amaneciste junto a mí y que por primera vez entre sueños no vi a mi hermanita pequeña en su columpio; sino a ti; enfundada en un vestido color ternura y con los labios tintados de pasión mientras la brisa hacía bailar tu pelo.
Mi vida es tuya Julieta, y ojalá la estés cuidando, ojalá la recibas con un beso cada mañana, ojalá le gimas mi nombre al oído, ojalá le sonrías sobre la boca, ojalá le hables en varios idiomas, ojalá le digas mi amor y la cabalgues cada noche.
Porque yo he muerto, así como Rafael y el motivo que tenía para seguir aquí.
Ha fallecido Rafael; y no viniste, no viniste a despedirte porque tú te habías despedido desde antes, porque tú ya no pertenecías aquí desde antes.
Y yo, ¿qué soy yo? ¿qué ha quedado de mi? ¿qué debo hacer ahora?
Lo correcto Nicolás, debes hacer lo correcto..
¿qué es lo correcto?, ¿seguir intentando? ¿intentando qué, para qué , para quién? ¿para mí?
Pero si es que no soy nadie, estoy muerto; he muerto...
Mi vida la tiene ella, mi vida la tiene ella..
-Sr, ya puede pasar a verla-
Me recrimina una enfermera en relación a la visita diaria que le hago a Mónica y alejándome del disparate en que el ahora navega mi mente.
¿qué horas son en Korea? ¿qué horas son aquí?
Entro y la veo ahí; dormida, tranquila, sin gritar, sin llorar, sin patalear y me siento el hombre más feliz del mundo.
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Morir para bailar
DragosteHe vivido en el olvido de quién aún está presente y debo reconocer que es de las peores formas de morir que existen. También me he vuelto eterna en quienes desde lo efímero me han regresado a la vida y no he encontrado religión más preciosa que esa...