¿¡Y qué sabrás tú?

294 24 5
                                    


Pov. Nico

Durante las siguientes semanas trabajamos mucho la musculatura y aprender a dar golpes. No me enseñaba a dar patadas, decía que era demasiado complicado para aprender ahora. Todos los días me dolía más el cuerpo, pero según Hazel ahora tenía más musculatura.

No sabría decir si me avergonzaba. Se supone que al ser hombre yo debería ser mejor en cualidades físicas y ella es muchísimo más rápida que yo, al igual que en fuerza.

Me empecé a acostumbrar al frío de las mañanas, no me congelaba tanto.

Algo que, si odio, es cuando entrenamos en las tardes después de la universidad. Porque siempre tengo que ir a buscar a Annabeth y siempre, y hablo en serio, SIEMPRE se está besando con Percy. Me amenazó diciendo que no diga ni una palabra de eso, pero, aun así, que asco.

No sé si saben, pero cuando se separan se ven sus asquerosas lenguas separarse. Pero no pienso decirle, valoro mi cara. No entiendo que ve en ese patético, solo sabe meterse en problemas, sale con Rachel y cree que el mundo son puras maravillas.

No sabría decir si Annabeth creyera eso. Siempre seria y alerta, podía ser un indicio que alguna vez le pasó algo en su posible perfecta vida. Verla a la cara es raro, a veces sonríe, pero no tiene brillo en los ojos, como si no estuviera ahí presente.

Como siempre, termine sin haberle dado ni siquiera un golpe. Según ella había mejorado, ahora podía golpear más rápido y todo eso. Pero no me siento muy distinto, o no como ella. Tenía las expectativas que después podría dar golpes a diestra y siniestra como ella, pero ni cerca de lograrlo.

Me recosté en el pasto mirando el cielo. Todavía era bastante temprano para que hayamos acabado la clase, debían ser las cinco de la tarde.

Muy bien Nico, para, eh, terminar tu entrenamiento vamos a ir a un lugar especial – la miré extrañado, ¿Por qué estaba tan nerviosa? Me dio la mano para levantarme y empezamos a caminar. Parecía feliz y nerviosa.

¿Pasa algo? – pregunté. Ya me estaba poniendo los pelos de punta ¿me haría tirar a alguien a la calle o por la ventana? Me miro analizando mi cara, algo me dice que esto se va a ir de las manos.

Nada importante – respondió volviendo a una cara serena.

Al final llegamos a un ¿café? No sé en qué mundo una cafetería te ayuda a entrenar y proteger a tú hermana. Entramos y ahí estaban.

No puede ser.

Jason, Percy y Leo se levantaron con los ojos abiertos. También estaba Thalia que o estaba enojada o sorprendida.

Pov. Annabeth

¡Listo! Estoy harta de ver como Nico y Percy y los demás están rotos por haberse separado. Así que, muy fácil, los uno y problema resuelto. Nico se quedó paralizado frente a los demás como los chicos también.

La cara de Thalia se puso roja y me miro a mí molesta. Bueno, tal vez la invité también a ella porque, si vamos a unir a unos viejos amigos ¿Por qué no unimos a lo mejor una pareja?

Estás de broma Annabeth ¿verdad? – el comentario de Nico puso celoso a Percy en el momento. Parece que mi plan no estaba saliendo como yo esperaba. Lo miré seriamente – No. No voy a sentarme, esto no es entrenamiento

Espera, ¿Cuándo desaparecías en las tardes era porqué te ibas a juntar con Nico? – gruño molesto Percy. Nico siempre iba a buscarme, pero en realidad, no dejaba que Percy lo viera. Quería responder, pero Percy se paró y se encaró con Nico – ¿qué tramas inútil?

¿puedo besarte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora