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𝐀𝐁𝐑𝐈𝐋 ◇⃟̣̣⃕🌈

Estoy sorprendida por la confesión de Kisugi. ¿A Ichinose se le murió un familiar? Qué pena.

─¿Quién se le murió? ¿Un tío? ¿Un abuelo? ¿Un tío abuelo...?

─No. Su hermana, Anri. 

¿A Ichinose se le murió su hermana? Ahora sí siento mucha tristeza por él. 

Yo pienso que la muerte de un padre o hermano es mucho más fuerte que la de un abuelo. Ojo, no quiero decir que los abuelos no valen nada. No, no y ¡no! Amo a los abuelos, pero pienso que como tus abuelos no viven contigo (en algunos casos) y ya están en edad de irse al cielo, no te da tanta tristeza (no me malinterpreten, obviamente llorarán al ver que su abuelo no está con ustedes), pero un padre o hermano es distinto: los ves todo el tiempo y compartes casi todos los momentos diarios con ellos, que si se mueren es un golpe muy duro para ti.

No imagino lo que debió haber sido para Ichinose perder a su hermana a una edad tan temprana.

─Oh, no sabía que el pobre pasaba por algo así. Ahora siento la necesidad de abrazarlo y que se desahogue conmigo─ dije, sintiendo ganas de llorar de verdad.

─Sí. ¿Te cuento qué ocurrió?

─Por favor─ me senté en la cama y puse un almohadón en mis piernas. Las abracé a ellas y al almohadón.

─Fue hace diez años, cuando Ichinose tenía seis años. Anri, su hermana, tenía ocho años cuando ocurrió... Ella siempre fue muy amigable con todos y tenía grupos y grupos de amigos en la escuela, pero Ichinose estaba solo; era muy tímido, no tenía ese don de atraer a las personas como su hermana, y tenía miedo de caerles mal a todos. Sin embargo, Anri le prometió que ella iba a ser su amiga (además de ser su hermana) para toda la vida. Un día le iba a presentar a sus amigos para que también sean amigos de ellos, pero ese día nunca llegó...

─¿Qué le pasó a Anri?

─... La atropelló un camión a la salida de la escuela.

Esa noticia me estremeció. Pobre Anri, encima era una hermosa persona por como la describió Teppei. ¿Por qué le pasan cosas malas a la gente buena? ¡Esta vida es tan injusta!

─Anri e Ichinose iban caminando, cruzando una cebra, cuando un camión iba a toda velocidad hacia ellos y no podía frenar. Ichinose era el que estaba más adelante, pero no se movía. Estaba tan asustado que quedó congelado en su lugar. Anri reaccionó y lo empujó a la otra acera, y el camión la atropelló a ella...

Lo imaginé todo en mi cabeza, y eso me dolió hasta a mí. Ver cómo atropellan a un ser querido frente a tus ojos debe ser lo peor que te podría pasar. Compadezco a Ichinose en este momento.

─Ichinose estuvo seis años yendo al psicólogo. Iba a la escuela pero no hacía casi nada. Estuvo solo hasta que Izawa y yo lo conocimos en un torneo escolar de fútbol. Se hizo amigo de nosotros y de su equipo, por suerte, y luego le presenté a Runa, mi prima. La adora, le recuerda a su hermana. Tú lo ves muy alegre, pero cada año, en estos días, se deprime porque su hermana murió el 23 de septiembre, o sea, mañana, y suele estar hasta cinco días deprimido. Lo más seguro es que mañana no vaya a la escuela...

A estas alturas, ya estaba llorando como una magdalena.

─Perdón. Sé que es una historia triste─ me abrazó.

─Y yo que lo trataba de acosador─ dije entre sollozos, dolida por mis propias palabras. No puedo creer que haya pensado así de mi amigo.

─No es tu culpa. Cualquiera pensaría eso si tuvieran de amigo a alguien como él que escribe cosas fuertes en Instagram. Creo que la razón de por qué se expresa así, es porque como nunca tuvo ningún amigo, no sabe cómo hablarles y habla a su forma. Parece un acosador pero es su forma de expresar cariño. Tal vez te ve como a Runa: te quiere como si fueras su hermana.

─¡Basta! ¡No sigas mencionándome a Runa! ¡Voy a llorar!─ le rogué en medio de unas cuantas lágrimas.

─Perdón.

─La próxima vez que lo vea hay que hacerle una sorpresa para animarlo.

─Sí. Ah, por cierto, en seis días es el cumpleaños de Runa. Me dio la invitación para que vayas─ saca de su cajón una tarjeta con un hermoso sobre rosado y me la da─. ¿Tienes vestido?

─No. El viernes cuando salga de la escuela voy a ir con mamá a comprar un vestido.

─Si quieres paso por tu casa la noche del cumpleaños y te llevo.

─Está bien. Gracias, mejor amigo─ le doy un abrazo.

─¿Soy tu mejor amigo?

─¡Por supuesto! Los otros dos son más amantes que amigos─ reí nerviosa. Kisugi también rio.

Ahora tendré que aguantar a los dos actuando dulces y sobreprotectores... Mierda.