Abril Horie, desde que ingresó a la secundaria, ha deseado tener el mejor año de su vida, pero todos los años es lo mismo: una imperfección tras otra. Nunca se sintió cómoda consigo misma y con su entorno, lleno de dudas, preguntas, mentiras y engañ...
Me ataron las manos a una columna y estoy sentada en el piso, y ahora me dijeron que ya no me iban a desatar para nada. Zarbon me revisó los bolsillos para buscar las cápsulas, pero lo único que me quitó fue mi celular y el radar para localizar las esferas.
─¿No tienes más granadas con gas lacrimógeno?
─Usé todas las cápsulas que tenía. No pensé que me volverían a atrapar─ confesé.
Mentira. No las usé todas. Tengo la de la moto escondida en mi brasier. En ese lugar no se le ocurre buscar a nadie, así que para evitar que me roben cosas las guardo en ese lugar, o sino dentro de mis bragas, aunque prefiero el brasier, jaja.
Pero ahora no sé cómo huir. Lo más extraño es ¿cómo mierda supieron que estaba ahí?
─Creo que con eso fue suficiente para darse cuenta que no podrás escapar y oponerte, ¿verdad?─ me habló Freezer, con esa hermosa voz tan refinada, aunque por más que sea hermosa da miedo al oírlo gritar.
─¿Cómo me encontraron tan rápido?
─¿Quieres saber? Bien, pero no creo que la respuesta te guste nada─ respondió, y señaló un aparato rojo que tenía pegado a la cara─. Esta máquina tiene la capacidad de localizar a cualquier persona que queramos, por más que esté del otro lado del planeta. Así que, por más que huyas rápido y te escondas lejos de nosotros, a donde quiera que vayas, te encontraremos.
Maldición. De haberlo sabido se los hubiera arrebatado cuando no podían abrir los ojos por el gas. Esos dispositivos infernales...
─Entonces no tienes otra opción más que rendirte ante nosotros─ dijo Zarbon.
─Y si vuelves a intentar escapar, te mataré─ me amenazó Dodoria, golpeando sus puños.
Tragué saliva. Si antes estaba asustada, ahora estoy aterrorizada.
─Y ahora... tendrás que quedarte sola en esa posición mientras nosotros llevamos estas esferas a otra parte donde no puedas volver a robarlas─ miró a Zarbon, y luego a Dodoria─. Dodoria se quedará contigo para cuidarte─ se retiró con Zarbon, dejando al rosado conmigo.
¿Por qué de los tres tenía que quedarse ese gordo de mierda? No es por ser intolerante con los que tienen más grasa en el cuerpo, pero hubiera preferido hasta a Freezer. Es que Dodoria es aterrador físicamente y por su voz aún más.
─¿Sabes que escapar del gran Freezer merece un castigo?─ me dice.
─¿Q-qué fue lo que dijiste...?
─Haré que vivas en carne propia el verdadero dolor del infierno─ se agachó frente a mí. ¡¿Qué demonios va a hacer?!
Me quita los zapatos con violencia, para posteriormente quitarme los pantalones y finalmente mis bragas...
─¡No! ¡Por favor, no lo hagas! ¡No quiero ser tocada por un tipo tan asqueroso y repugnante como tú!─ me movía desesperadamente. Lo último que quiero en este mundo es que este gordo me ponga un dedo encima.
─Jajaja, ay, qué duras palabras. Pero no te preocupes, esto será lento y doloroso─ rio vilmente.
Entonces se baja el pantalón... Ay, Dios mío, lo que veo es terriblemente monstruoso. Me están entrando unas enormes ganas de llorar y vomitar.
Dodoria sujetó mis piernas y las abrió. Su monstruosidad estaba a centímetros de rosarme.
─¡NOOOOO!─ mis ojos estaban llenos de lágrimas.
Él rio con maldad.
─Será divertido si juego un rato con esta chiquilla.
Yo cierro los ojos, esperando que lo haga...
─¡Claro que lo haré! ¡La meteré...!
─¡DODORIA! ¡DETENTE!
Esa voz... ¡Era Zarbon!
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Dodoria se detuvo y lo miró de reojo.
─¡Deja de perder el tiempo y acompáñame a buscar las otras esferas del dragón!
─¡Pero sólo quería hacerla sufrir un rato!
─Ya jugarás todo el tiempo que quieras con ella cuando sea inmortal─ le respondió Freezer, detrás de Zarbon.
¿Escuché bien? ¿Acaso dijo ser inmortal?
─Tiene razón, gran Freezer─ se subió el pantalón y estaba dispuesto a irse con Zarbon, cuando los frené:
─¡Esperen!
Freezer me miró.
─¿En qué podemos ayudarte?─ me preguntó.
─¿A qué te refieres con ser inmortal? ¿Ese es tu deseo? ¿Qué quieres hacer con eso?
Los tres me miraron fijamente, en silencio, hasta que Freezer me respondió:
─Mi deseo es poseer vida eterna para expandir el terror a cada rincón del universo hasta el fin de los tiempos.
Esa respuesta me dejó en shock. ¡Entonces estaba en lo cierto! Su objetivo no es solamente atemorizar a la Tierra, sino a todo el universo... Apenas puedo imaginar lo terrorífico que será ver ciudades destruidas y cadáveres tirados por todas partes...
─¡NO! ¡NO PERMITIRÉ QUE LO HAGAS! ¡NO DEJARÉ QUE CONTROLES TODO EL UNIVERSO A TU ANTOJO Y HAGAS QUE MÁS PERSONAS PIERDAN LA VIDA! ¡TE DETENDRÉ!
Los tres volvieron a mirarme fijamente, pero el único que rompió el silencio esta vez fue Zarbon, quien rio levemente y luego habló:
─Ay, qué linda. Está desesperada porque le quitaron la ropita interior y está en frente de tres hombres─ se acercó a mí lentamente. Yo me asusté, pero lo único que hizo fue volver a colocarme la ropa, y al levantar la mirada y verme a los ojos, me dio un beso en la mejilla...─. Nos veremos pronto. Adiós─ me dijo con una mirada provocativa y se fue con Dodoria a buscar las esferas con mi radar.
Maldita sea. ¡No sé qué hacer! Seguramente encontrarán las otras tres esferas y Freezer pedirá su deseo. Estamos perdidos.
Pero... de alguna forma ese beso que me dio Zarbon me hizo dejar de pensar en eso. Diablos, ahora estoy rojita. ¿Por qué todo el mundo me tiene que besar? ¿Acaso soy tan bonita como dicen? Muchas veces que Ruruka recibía muchísimos halagos de que era hermosa, yo me sentía como una musulmana (no porque sean feas, al contrario: pienso que detrás de esa tela horrenda que usan se esconde un hermoso ser, pero justamente al estar escondidas detrás del burka, no se puede ver si son lindas o no, y nadie las toma en cuenta, por eso hice esa comparación). Y ahora al ser besada por cuatro chicos me doy cuenta de que la gente me considera bonita. Menos mal que el beso de Zarbon no fue en la boca...
─Veo que lo que hizo Zarbon te gustó. ¿Estoy en lo correcto?─ la voz de Freezer me interrumpió.
Yo me ruboricé aún más y negué con la cabeza.
─Bueno, hasta que ellos regresen me quedaré contigo. No confío en dejarte sola porque en el fondo puedes poseer algo que te ayude a escapar de nuevo. No te moverás de aquí hasta que desbloqueemos el potencial de las esferas─ noté que en sus ojos rojos como dos gotas de sangre me reflejaba yo. Realmente era su más grande ambición─. Como puedes ver, tu única opción es rendirte ante nosotros y hacer todo lo que te pidamos si no quieres saber cómo es el infierno.
Kisugi, Izawa, Ichinose... ¡Por favor vengan a salvarme!
