Se podría decir que hoy ha sido un día normal.
Ya sabes, despertar y tener que prepararle el desayuno a tu papá, antes de que se vaya a trabajar.
Luego, empezar a limpiar. Y seguir con la labor de mudanza. Es verdad, querido diario, no te he contado sobre eso.
¿Hace tanto que no hablamos?
Bueno, será mejor que te ponga al día...
Todo comenzó hace un par de semanas, yo estaba tranquilo, me gustó ir a casa de mi abuelita por su cumpleaños.Dicen que antes de una tormenta viene la calma, ahora entiendo a qué se referían.
Después de los momentos de felicidad que pasé ese domingo, todo fue empeorando. La poca estabilidad que tenía se fue perdiendo poco a poco.
Debí verlo venir. Cuando ese domingo por la mañana, me despedí de mi papá, para ir al cumpleaños de mi abuelita. Él se sorprendió (Así lo asumí yo, en ese momento; pero ahora pienso que en realidad lo que sentía era preocupación)
Nos despedimos como siempre, y me dirigí a casa de mi abuelita. Fui caminando, leyendo un libro que me había comprado días antes (Después te contaré lo que me pasó y por qué ese libro es tan especial), y que me gusta mucho.
Cuando llegué, vi a mi mamá. Hace mucho que no la veía, me gustó pasar tiempo con ella. Luego llegaron mis primos y tíos.
Todos hablaban y conversaban tranquilamente, pero yo notaba que faltaba alguien. Esa persona que piensa que todos lo odian y que se siente abandonado.
Esa persona no estaba. Yo no estaba.
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Querido diario...
Short StoryEste es mi diario. Puede que no te llame la atención y que no sea de tu agrado; pero si tienes el tiempo y la paciencia para entrar en la mente de este chico de 17 años, pues bienvenido.