Querido diario:
Ha pasado casi un mes desde que abandoné a mi papá y el infierno en el que vivía.
Me he sentido más tranquilo que antes. Ahora trabajo el doble, pero me siento tranquilo.
Pude ver a Kelly, eso me puso muy feliz. Pienso que si no hubiera tomado aquella decisión, no hubiera podido verla en mucho tiempo.
Ahora también puedo jugar ajedrez cuando yo quiera: mi amigo del colegio viene y jugamos una partida larga de tres horas, así competimos para saber quién es el más inteligente.
Él es el último que adquirió el título de campeón, en nuestro colegio.
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Querido diario...
Short StoryEste es mi diario. Puede que no te llame la atención y que no sea de tu agrado; pero si tienes el tiempo y la paciencia para entrar en la mente de este chico de 17 años, pues bienvenido.