Estaban sentados en el piso de una pequeña montaña, era de noche y el cielo estaba despejado por lo que se podían ver perfectamente las estrellas
-Aquí fue nuestra primera cita -empezo a hablar el peli-negro
-No tenías dinero para llevarme a otro lugar, así que me trajiste aquí
-¡Cállate bakakashi! -su voz se oía avergonzada y un pequeño sonrojo apareció en su cara
-Pero no me quejo fue un bonito gesto de tu parte buscar un lugar tan bonito -sonrio
-también fue aquí donde te pedí que fueras mi novio
-Claro y no podías hablar bien porque estabas muy nervioso -solto una pequeña risa
-¡Ya cállate bakakashi! -se cruzo de brazos asiendo un puchero- tu solo quieres avergonzarme
-Tal vez
-Eres malo conmigo
-Aquí fue nuestro primer beso
-Y tu te tenías que poner de puntitas para poder besarme porque era muy pequeño -se burlo el Uchiha
-Cállate bobito -golpeo suavemente el hombro del peli-negro
-Y aquí fue nuestra primera gran pelea
-Todo fue tu culpa -acuso al otro
-Lo sé y lo siento -respondio el Uchiha
-¿Y a qué viene todo esto de los recuerdos?
-Aqui hemos pasado buenos y malos momentos, aquí hemos hecho tantas cosas por primera vez -hizo una pausa- así que quiero que sea este lugar donde sea la primera y última vez que hago esto -saco una caja de terciopelo rojo y la abrió dejando ver un anillo de lo que parecía oro blanco- Kakashi Hatake ¿Te casarías conmigo
El Hatake estaba en shock, al pasar de los segundos una sonrisa fue apareciendo en su rostro al igual que algunas lagrimas de felicidad
-¡Si! Si bobito, si me casare contigo
El Uchiha tomo la mano del Hatake y en el dedo anular coloco el anillo, dio un pequeño beso en donde coloco el anillo y soltó lentamente la mano de su ahora prometido
