Varias ex novias y un solo novio (WangXian AU)

Extra 2: Dejá Vu

(3 años después del final)

Wei Wuxian estaba seguro de  tres cosas.

1. Amaba a su novio.

2. Su novio lo amaba

3. Los primos de su novio eran un amor.

Quizá por eso fingía adoptarlos y tratarlos como sus propios primos, aunque casi lo eran, casi.

Wei Wuxian no tardaría mucho en pedirle matrimonio a Lan Zhan, solo era cuestión de tiempo y su lengua suelta.

Pero volviendo al tercer punto. Wei Wuxian quería a esos mocosos y también quería el dinero que el tío Qiren le daba por cuidarlos.

Lo que no esperaba era que una simple pregunta lo afectará tanto, a él y a su billetera.

—¿Cómo sabes que estas enamorado? —pregunto Sizhui.

Wei Wuxian se quedó de piedra en la banca.

¿Su niño estaba enamorado?

—¿Por qué tanta curiosidad? —preguntó en cambio.

El niño, alzó los hombros con desinterés.

No puede ser.

¿Alguien se quería robar al lindo Lan?

Los Lan si son guapos, el joven Sizhui tendría muchos y muchas pretendientes en el futuro, pero no ahora, no tan pequeño. Se negaba a ello.

—Estas muy chiquito para esas cosas, no lo pienses.

El niño asintió con obediencia y Wei Ying soltó un suspiro de alivio.

Suspiro muy pronto.

JinYi apareció mientras bajaba las escaleras de la casa Lan donde se encontraban en ese momento, jugando con una pelota.

—Oye, oye, ya hablamos de esto, nada que pueda romper algo aquí. No quiero que Lan Zhan enviude tan joven.

JinYi alzó los brazos y dejó que la pelota rodara por el suelo.

Wei Ying frunció las cejas y analizó la expresión del segundo Lan.

—¿qué mosca te pico o qué?

—Nada.

¡Qué!

¡Estaba!

¡Pasando!

¿JinYi sin devolverle una broma?

Se acababa el mundo ¿verdad?

Era muy joven para morir aún.

Agarro su teléfono y llamó urgente a su novio.

—¿Lan Zhan? El parque, ahora.

Colgó sin esperar respuesta siguió la lista de contactos hasta el "Socrates", marcó y espero paciente mientras una musiquita de anime sonaba en su oído.

—¿Bueno...? —Wei Wuxian interrumpió el saludo.

—Parque, ahora.

—¿qué par...?

Colgó y suspiro.

—Vamos al parque. —dijo mirando a ambos niños.

****

El plan era llegar al parque lo más rápido posible, pero se detuvo en el camino del barrio para recoger a su sobrino. No podía evitar hacerle un favor a YanLi.

Por suerte la casa del tío QiRen estaba en el mismo barrio de ricos que los Jin. Así que solo fueron unos minutos perdidos.

Cuando llego al parque dejo que los niños fueran a jugar y se acercó a su novio que ya los esperaba parado bajo el quisco con varios paquetes de sabritas en la mano.

Se acercó a él y lo saludo con un beso.

—¿Te interrumpi? —preguntó después del beso, el Lan mayor negó.

—No era nada importante —le entregó las bolsas a Wei Wuxian que con una sonrisa traviesa las dejó sobre la banca.

—¿No te trae recuerdos este parque? Aquí fue donde me enteré que te gustaba. —lo tomó de la mano y enredo sus dedos en un fuerte agarre.— Donde tus primos me lo dijeron...

Lan Wangj carraspeó.

—¿Sigues enojado por eso?

—No, fue suficiente lección la que le diste. —lo jalo hacia sí con su mano libre, ambos se miraron frente a frente.

—Estas preocupado. —afirmó, provocando una ligera sonrisa en Wei Wuxian.

—Lan Zhan me conoces tan bien —las orejas del más alto se colorearon de un rojo intenso y su novio sonrió de lado sabiendo lo que pensaba.

Concéntrate, Wei Wuxian.

—Son los niños, ¡Alguien nos los quiere robar! —Le explico la extraña pregunta de Sizhui y el calmo comportamiento de JingYi.

—Mmh. —Lan Zhan trató de pensar pero no había visto nada raro en sus primos esos últimos días.

—¿por eso me llamaste? —una voz interrumpió a la pareja que trataba de teorizar.

—¡Hauisang! ¿Cuanto llevas ahí? —preguntó viendo al joven que estaba cómodamente sentado en la banca mientras comía de las sabritas. 

—No lo sé, lo suficiente supongo.

Wei Wuxian se acercó a él, con un dedo amenazante pero sin soltar a su novio.

Puso una palma frente a Lan Zhan quien entendió rápidamente y sacó su bolsa de dinero para ponerla en la mano de su novio.

—He visto esto antes... —murmuró Hauisang.

—Vas a descubrir quien está tratando de robarse a mis niños, esto es un adelanto. —le mostró tres billetes ordenados como si fueran un abanico.— Y rápido.

Vaya deja vu.