Wei Wuxian tiene mala suerte con las chicas y solo quiere una relación que dure más de una semana. ¡Es lo único que pide!
Después de una borrachera su amigo le propone que lo intente con chicos, no está demás pensarlo ¿Verdad?
Advertencias
Fanfic...
Muchas veces las palabras toman sentido tiempo después de que son dichas, la frase que usó Wen Qing ese día tardó cuatro meses en hacer clic en su cerebro.
"Ya tienes alguien en tú corazón"
¿Cómo había podido ignorar a Lan Zhan por tanto tiempo?
Merecía un golpe.
Pero si Lan Zhan lo disculpaba por ser tan denso entonces merecía un beso.
—Are you winning son? —Su padre, Wei Chanze pregunto al verlo sentado en forma india frente al teléfono, a las 6 de la mañana, en un lunes. Como si fuera a hacer un ritual.— Por favor no invoques nada que consuma tu alma, o la comida de tu madre.
Wei Ying rió junto a su padre.
—No te preocupes, A-die, no voy a hacer nada raro. —alzó una ceja—Ni ilegal.
—Está bien, confío en ti.
—Si todo sale bien te voy a conseguir un yerno.
—Ok hijo, te diviertes. —alzó el puño y prendió su teléfono para ver las noticias mañaneras o los chismes de la noche anterior. Wei Wuxian espero un segundo, dos segundos...
—Espera... —bajo el teléfono— Por favor dime qué es el segundo joven Lan.
Junto ambas manos rezando por la estabilidad emocional de su esposa.
—¿Cómo...? —al ver su cara de sorpresa, su padre suspiro de alivio.
—Por fin, ahora sí tu madre será feliz.
Retomó su actividad mañanera mientras se servía café con mucha azúcar.
Wei Ying decidió no preguntar sobre eso, en cambio había otra cosa que le preocupaba.
—¿Irás al festival de hoy?
—¿Quieres que vaya?
—¿Puedes ir?
—¿Debería ir?
Se miraron fijamente.
—Tal vez —dijeron ambos al mismo tiempo. Sonrieron y Wei Ying se paró del suelo.
—Nos vemos pa'.
—Bye, son.
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—Para esto si te despiertas temprano —se quejó al abrir la puerta de su casa.
—¡El sol también te dice hola a tí, Jiang Cheng! —el nombrado entrecerró los ojos, no sabía si era el sol o el brillo en la sonrisa de Wei Wuxian lo que lo mareaba.
—Espera aquí. —le cerró la puerta en la cara y volvió dentro para cambiarse.
Wei Wuxian caminó en círculos mientras lo esperaba, tanto que si lo hacía una vez más capaz desgastaba el suelo, pero la puerta se abrió de nuevo.
