Capitulo 2

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Luego del incendió volvieron a la estación y cada uno se dió una ducha. Durante la jornada sólo hubo una llamada más pero fue para rescatar a un gato del poste de luz... y cómo Santana odia los gatos, usó su posición de teniente para ordenarse a Finn que vaya con Blaine.

Al terminar el día laboral, Santana regreso a su casa muy cansada. Si bien habían tenido sólo una llamada importante, fue muy estresante.

Recorrió la casa y se dió cuenta que Danielle todavía no había llegado de dónde sea que esté, así que aprovechó para darse un baño lleno de burbujas.

Después de algunas horas, mientras ella miraba televisión en su cama, escuchó las llaves y rápidamente bajó las escaleras.

—El hospital se incendió— habló Santana apoyada en la baranda cruzada de brazos— Pensé que estabas ahí Danielle, me preocupé ¿Se puede saber dónde estabas?

—No son cosas que se le cuentan a una supuesta esposa Sant— respondió— Pero te puedo decir que ahora si vengo del hospital.

—Dani, me importa un bledo con quien te acuestes o que hagas de tu vida sexual, pero seguimos estando casadas, vivimos juntas ¡Y pensé que estabas en un maldito incendió! Me preocupé.

—Lo siento.

—Ayer me dijiste que querías intentar un verdadero matrimonio— recriminó— Se que ninguna quiere eso, pero sé que te quiero, nos conocemos hace muchos años. No me mientas sobre dónde estás, por favor.

—Ayer estuve de guardia, fue verdad. Luego al salir fui a la casa de una mujer y me quede ahí hasta que me enteré lo sucedido en el hospital y volví.

—¿Y tan difícil era decirme eso? ambas sabemos que estamos con otras personas. Pudiste haberme dicho, y ahorrarme el disgusto que me llevé pensando que vos estabas ahí.

—Lo siento, realmente— dijo arrepentida.

—Está bien, perdón por cómo te hablé— respondió Santana— ¿Cenaste?

—No ¿Y vos?— la latina negó— ¿Pizza?

—Pizza— respondió riendo.

............

—¿Cómo estaban las cosas en el hospital?— preguntó Santana dando un mordisco a su pizza.

—Estaban pasando a los pacientes de ortopedia y cardio a otras alas. Menos mal que no fue el ala pediatrica— suspiró tomando un sorbo de cerveza.

—Hablando de ortopedia— dijo Santana— Con Quinn rescatamos a tres mujeres, dos no sé el nombre pero una es la doctora... Pierce ¿Sabes cómo están?

—Mmm las dos mujeres debían ser Holly y Emma, estaban bien pero con algunas quemaduras— dió otro sorbo a su botella— Pierce estaba bien, le dieron oxígeno y se dió de alta para ayudar.

—¿Cuánto puede ayudar una cirujana ortopedista en estos casos?

—Es cirujana en fin, Sant. Estudió medicina al igual que los demás. Pero tengo entendido que su padre es o era neumonologo, así que tiene más conocimientos que cualquiera que no lo sea.

—Entiendo...

—Sabemos que no lo haces— ambas rieron— ¿Cómo puede ser que no sepas nada de medicina siendo hija de Maribel?

—Se lo básico que me enseñaron en la academia, Dani. Y quizás un poco más por mi madre, pero ella es de neuro, así que sé cosas sobre eso, no sobre neumo... bueno eso— contestó bostezando— Pero también se cosas sobre abogacía.

encuentro en el fuego Donde viven las historias. Descúbrelo ahora