encuentro en el fuego

Capitulo 25

Dos años después.

En la noche no habían dormido bien ya que Britt estaba con náuseas por intoxicación con la comida.

Santana se despertó para ir a trabajar y se dió cuenta que estaba sola en la cama, así que se levantó y fue a ducharse.

Después bajó para prepararse el desayuno y vió cómo su novia estaba sentada en la isla de la cocina desayunando mientras hablaba por teléfono, así que sin entrometerse en la llamada, se quedó parada en el marco de la puerta mirándola, y estaba fascinada con la vista.

Su rubia era simplemente preciosa.

—Buen día, hermosa— susurró Santana abrazando por detrás a Britt cuando colgó el teléfono— ¿Te sentis mejor? ¿Cómo dormiste?

—Buen día— sonrió la rubia girando la cabeza para besarla— Me siento bien, además ¿Como puedo dormir mal si tengo a una sexy latina a mi lado?

—Buena respuesta— sonrió dándole otro beso.

—Se que no te gusta despertar sola en la cama, pero me llamaron del trabajo y tuve que atender por si era una urgencia, acabo de colgar.

—Está bien, Britt— apoyó su barbilla en el hombro de la rubia.

—No, porque sé que eso en tu matrimonio con tu ex te molestaba y...

—Hey, en mi relación con Dani me molestaba porque sabía que ella estaba en otra cama, y de hecho ni siquiera me molestaba, estaba acostumbrada— respondió sin importancia— En la relación que tenemos no me molesta, porque se que nos queremos y que no seríamos infieles. ¿Cierto?

—Mmm— se hizo la pensativa mientras masticaba una tostada y Santana fingió indignación.

—Sos mala, doctora Pierce— dijo entrecerrando los ojos.

—Sip— le dió un casto beso en los labios— Pero así y todo estás enamorada de mi.

—Muy, mucho, demasiado— sonrió— Me tengo que ir a trabajar.

—Vaya, Teniente López.

—Chau, Doctora Pierce— la besó— Acordate que hoy viene Nico a quedarse hasta el lunes.

—Ya se, ayer hablé con Marisa y me ofrecí a pasarlo a buscar cuando termine el turno— contestó poniendo una tostada en la boca de la latina— Tenes que desayunar antes de ir a trabajar.

—Desayuno con Quinn en la estación— respondió riendo mientras masticaba— Pero gracias, mi amor. Ah ¿Y por qué lo vas a buscar vos? es mi ahijado— entrecerró los ojos.

—Y el mío también— rió poniendo otra tostada en su boca.

—Sip— dijo masticando— Pero yo fui su madrina primero.

—No existen pruebas sobre eso— alzó ambas cejas y la besó— Anda que sino llegas tarde.

—Gracias por las tostadas— le dió un beso en la sien— ¿Paso por el hospital para que almorcemos juntas?

—¿Vos queres que tu madre me despida, cierto?— preguntó riendo.

—Sería bueno no pisar más ese hospital— rió y Britt fingió indignación— Amor, si en dos años no te despidió es porque aceptó nuestra relación.

—Amor, si en dos años no me despidió es porque soy una diosa en mi trabajo— dijo arrogante— Pero eso no quiere decir que no me de miedo su cara cuando nos ve juntas.

—¿Una diosa, eh?— sonrió y alzó una ceja— ¿Se te pegó mi arrogancia, Pierce?— su novia asintió y ella rió— Me parece perfecto, además también sos una diosa en otras cosas— le susurró al oído haciendo que la rubia se sonroje, pero luego continuó— ¿En serio te preocupa su opinión acerca de nosotras?