Capitulo 21

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Habían pasado algunos días desde el accidente.

Era de mañana, y la bombero acababa de terminar un turno de veinticuatro horas. Estaba cansada y malhumorada. No solo por el turno, sino también porque había tenido que ir al hospital dos veces ese turno y ambas veces se cruzó a la rubia.

Algo que Santana no podía sacarse de la cabeza era el anillo de compromiso que llevaba puesto Brittany. Nunca le había prestado atención antes y ahora era todo lo que podía mirar.

—¿Estás bien?— preguntó Quinn sirviéndole café. Luego del turno, se fueron a la casa de la rubia a descansar — Estás hecha un asco amiga mía.

—Si, lo estoy— asintió en forma de agradecimiento.

—¿Bien?

—No, hecha un asco— rió.

—¿Que pasa, Tana?— su amiga la miró— ¿Problemas con alguna mujer?— alzó una ceja— Mejor dicho, con LA mujer.

Pfff si supieras.

—Estoy bien, solo estresada— dió un sorbo a su café— Extraño a mis ahijados. No veo a Lucas desde que Finn lo trajo a la estación, y me había acostumbrado a vivir con Nicolás.

—¿Como está Marisa?

—Recuperándose. Está bien— sonrió sincera.

—Si ella no sobrevivía... ¿Hubieras adoptado a Nico?— preguntó Quinn, sorprendida por la respuesta de Santana.

—Si— respondió sin dudar— Es el hermano menor que nunca tuve, lo amo.

—Es un buen chico— ambas sonrieron— Ahora... volviendo al tema de mujeres.

—¿Eh?

—Mira Tana, me hice la tarada por mucho tiempo pero ya no— dijo sería.

—¿De que habl...— su amiga alzó una mano para que la deje seguir.

—Me duele que no hayas confiado en mí, pero entiendo que no me lo hayas contado. Déjame seguir— habló cuando vió a su amiga intentando intervenir.

Ay.

Dios.

Mío.

Prefiero mudarme a marte que ver a Quinn enojada— pensó la latina mientras tomaba café con la mirada baja.

—Hay tantas, Santana, tantas mujeres en el planeta tierra ¡¿Y te tenes que meter con Brittany?!— preguntó alzando un poco el tono de voz.

—No se de que hablas— negó.

—No lo niegues. Veo cómo la miras y cómo te mira. Vi sus ojos llenos de miedo el día del accidente. Se que fuiste con quién engañó a Sam, era obvio, pero ella me lo confirmó.

—Quinn...

—¡Ella se va a casar, Santana! Con un hombre que la ama.

—Pero ella no lo ama a él— respondió enojada.

—¡Pero aún así se va a casar! No podes intervenir así por el amor de dios.

—Sam es un maldito idiota, vos misma lo dijiste.

—Pero es un buen hombre con ella.

—Un maldito idiota de igual forma.

—Pero por lo menos es fiel y respeta a su pareja.

—No juegues esa maldita carta conmigo, no lo hagas— se levantó enojada de la silla— Y vos fuiste la persona que me dijo que ella estaba cometiendo un grave error casándose. ¿Que cambió?

encuentro en el fuego Donde viven las historias. Descúbrelo ahora