Capitulo 6

660 46 20
                                    

La latina miraba embobada a la rubia mientras ella le curaba cuidadosa y delicadamente la herida.

Miró cada facción de su cara y no le podía encontrar ningún defecto.

Es simplemente hermosa. Pensó Santana en todo momento.

Era increíble, pero la latina no sabia que le pasaba con esta mujer. Hace cinco meses la vio por primera vez y no solo sintió algo raro cuando la miró a los ojos, sino que no se la pudo sacar de la cabeza y eso que no la conocía.
Y ahora que lo hace, mucho menos puede hacerlo.

¿Lo peor de todo? era que no estaba segura si acostándose con ella se le pasaría todo lo que le sucede, así que no se podría arriesgar a perder la amistad con Quinn, por como ya pensó una vez, un revolcón con su hermana.

Y menos ahora que estaba tratando con su esposa un matrimonio normal.

Mierda.

Luego de que la rubia terminara, fueron a preguntar cuánto le faltaba al doctor Sloan, cuando le respondieron que seguía en cirugía, fueron a por ese café.

—Tu hermana va a matarme, me dijo de venir a este café y le dije que no, y acá estoy junto a vos— dijo alzando su vaso riendo.

—Mi hermana realmente te quiere, no va a matarte— contestó de la misma forma.

—Y yo a ella, es una gran amiga— sonrieron— ¿Cual es su historia?

—¿Cómo?— respondió tomando un sorbo de café.

—Ella me dijo que se criaron separadas, pero nada más.

—Si, así es— asintió— Somos mellizas, ella es más parecida a papá y yo a mamá.

—Nunca conocí a tu padre, pero tenes los ojos de tu madre— dijo la latina mirándola a los ojos— Son preciosos.

—Bueno, gracias— respondió sonrojada— Vos también tenes unos ojos preciosos— la latina también se sonrojó— Mi historia con Quinn...

—No hace falta que me cuentes si te hace mal o algo, Britt.

—No no, no me hace mal— sonrió— Éramos muy unidas, pero así como lo éramos entre nosotras también éramos con nuestros padres. Ella con mamá y yo con papá. Cuando teníamos aproximadamente diez años ellos se separaron por una infidelidad de Judy y mi papá decidió irse a vivir a Holanda, el es de allá.

—¿Judy? ¿Infiel?— preguntó Santana— ¿Sabes cuántos sermones me dió por mi matrimonio?

—Me lo puedo imaginar— rió— Bueno, como decía, yo estaba enojada con ella y cómo ya era más unida a mi papá me fui con el, Quinn se quedó acá.

—¿No siguieron en contacto?— preguntó dando un sorbo a su café y su celular sonó con un mensaje— Hablando de roma.

—¿Es ella?

—Sip, me dijo que le avise que me decía el médico— bloqueó el celular y volvió a mirar a la rubia— Discúlpame, seguí.

—Mmm por dónde iba... ah si, al principio hablábamos pero luego cuando crecimos dejamos de hacerlo sin querer, ella estaba en la academia, yo en la universidad, no teníamos tiempo para hablar. ¿Vos tenes hermanos?

encuentro en el fuego Donde viven las historias. Descúbrelo ahora