Capitulo 13

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Chen ZhuoXuan corría a toda prisa por una solitaria calle, la respiración agitada y el nudo en la garganta que le dificultaba aún más llevar aire a sus pulmones, podía escuchar voces a sus espaldas y las pisadas pesadas de varios hombres.

Desesperada, la muchacha se desvió hasta un callejón en el cual entro un montón de cajas y basura. Arrugo la nariz con desagrado antes de esconderse allí durante el tiempo necesario, pasaron varios minutos en los que dejo de escuchar ruido alrededor, se atrevió a asomar la cabeza de entre la basura para comprobar que ya no la seguían.

Con alivio la chica regreso sobre sus pasos, volvió a estar en una calle más transitada y conocida, aunque el hedor y la suciedad que traía sobre si misma ahora hacía que la gente la mirara en menos y con repulsión. A paso rápido regreso a la pastelería, su hogar, su refugio.

—A-Xuan tardaste tanto que... Dios mío, pero ¿Que te ha pasado? —JiYang la esperaba tras el mostrador con una sonrisa cálida y amable como siempre, sonrisa que se borró de inmediato en cuanto vio a la mugrienta niña con los ojos llorosos y el leve temblor de su delgado cuerpo.

JiYang aun podía recordar el cómo la había encontrado hace ya unos 3 meses, delgada y tan temerosa de todo. Ahora ZhuoXuan era mucho más extrovertida y alegre, una niña sana y hermosa. Al verla ahora en ese estado fue como volver en el tiempo, preocupado estuvo enseguida con ella, la envolvió entre sus brazos y permitió que se aferrara a él mientras sollozaba.

—Tranquila, tranquila— Consoló el hombre con voz suave, esa que hacía a la niña sentirse a gusto y segura, JiYang la convenció de subir a tomar un baño mientras el cerraba la tienda y la alcanzaba para que juntos bebieran un rico chocolate caliente, bebida que la niña amaba y siempre le hacía sentir mejor.

ZhuoXuan se sumergió en la tina luego de haberse duchado y quitado toda la suciedad, sus músculos ahora relajados con el agua caliente ya no se sentían tan tensos. Pero seguía teniendo miedo, esos meses, escasos meses de paz y tranquilidad ahora eran amenazados por sus peores pesadillas. JiYang era un ángel, no había conocido nunca alguien que se preocupara de ella desinteresadamente, excepto su adorado tuzi a quien añoraba día tras día, Song JiYang se había vuelto su refugio y su familia.

El hombre era adorablemente sobreprotector con ella, no la presionaba demás y la escuchaba siempre, incluso cuando ella le rogo que no fueran a la policía cuando le conto todo su pasado, había tomado unas 3 semanas para que la niña confiara lo suficiente en el castaño y se abriera con él. JiYang prefería que lo ayudara con las cosas de la tienda y si había alguna entrega cerca en el barrio le permitía ocuparse ella sola, jamás creyó que luego de entregar un pastel a menos de 10 minutos de la pastelería seria interceptada por dos de los hombres de Gong Li.

Podía reconocerlos, jamás olvidaría sus caras de gorila con esteroides. En cuanto los vio huyo a todo lo que sus delgadas piernas daban, los hombres parecieron reconocerla también pues la siguieron durante varios minutos. Ahora a salvo en la que ella consideraba su casa no sabía qué hacer, no podía seguir así, ya la habían visto y tarde o temprano la encontrarían, pondría en peligro a JiYang también.

—A-Xuan el chocolate ya está listo, date prisa o se enfriará. —La voz del doncel la saco de sus pensamientos, salió del baño ya vistiendo su pijama de dos piezas y se reunió con él en la sala. Tomo un sorbo de su taza y sonrió ante su dulce y cálido sabor, JiYang se puso tras ella y con sumo cuidado froto la toalla en el cabello de la niña, luego procedió a peinarla y secárselo con un secador de pelo que ZhuoXuan no había notado hasta ahora.

JiYang solía tratarla como a una pequeña niña y ella quien ya tenía 13 años y no se consideraba a sí misma una pequeña, disfrutaba de las atenciones y mimos que el mayor le brindaba con cariño. La chica jamás había conocido el afecto o amor de una madre ni un padre, Tuzi había sido para ella como un hermano mayor que la protegía, pero la sensación que le brindaba el castaño era de seguridad y paz. ZhuoXuan no sabía cómo se sentía tener un papá, pero le gustaba pensar que era algo así.

Porque te encontre [YiZhan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora