𝟒

2K 266 104
                                    

!: En este cap habrá violencia, mención de sangre y... un menor magullado.



Después del hermoso regalo hecho por Tony, pasaron dos semanas en las qué cada vez Steve se hacía más cercano al castaño. Sarah mejoraba en su trabajo como asistente y por ello Tony le pagaba por adelantado, y también por su Omega claro está, Steve debía mejorar su calidad de vida. A veces cuando Steve iba a la oficina de Tony este no se encontraba, Natasha decía que tenía cosas pendientes o viajes de negocios, por lo tanto se quedaba solito en el lugar con su permiso. No estar con él lo hacía sentir triste y de alguna forma olvidado, aunque el castaño no se encuentre su madre debía seguir con el trabajo como ordenar los papeles o el itinerario del empresario.

Los sábados y domingos la Omega estaba completamente libre y podía descansar del complicado mundo que significaba el trabajo. Cuando estos días llegaban, para no perder la costumbre y distraerse el ojiazul seguía con su trabajo de vender los diarios, para así ayudar a Sarah y traer más ingresos a la casa. Siempre salía más feliz que antes, porque tenía  el anillo del castaño y el suyo, con las joyas colgando de su cuello se sentía seguro, que nada podría pasarle.



Gritando a viva voz en la acera se encontraba. Mantenía el manojo de papel en lo alto para que así compraran.

—¡Vean ahora el nuevo invento revolucionario del genio Tony Stark!

Alfas, Betas y Omegas se acercaban para comprarle uno. Ahora a tenido más ventas que antes, parece que todos están interesados en el Alfa. Gruño bajito, no sabe por qué pero eso hacia que creciera un sentimiento desconocido en él.

—Parece que te está yendo bien, Omega—sintió un escalofrío por su espina dorsal. Giro lentamente esperando no encontrarse con quién no quería.

¡Pero oh destino!

—Rumlow...

—El mismo—sonrió mostrando sus colmillos.



—Aquel Alfa idiota no dejo que terminara el trabajo aquella ocasión, pero esta vez... esta vez si te daré tu merecido Rogers.

Fue llevado a empujones al mismo callejón dónde ese abusador cometía sus golpizas grupales. Temblaba de miedo, esta vez Tony no vendría para ayudarlo, Bucky tampoco, y su madre ni enterada.

—Te daré lo que tengo, pero déjame ir por favor...

—¡Nunca! Me lo debes pequeño inútil, prepárate para recibir la paliza de tu vida, ¡Ahora Zola!

Llamo a un niño beta de lentes que era su segundo al mando. Este con un asentimiento se acerco al indefenso Steve que trato de correr pero los otros le obstruyeron el paso, lo tomaron de los brazos y piernas, forcejeo lo que pudo pero como siempre no logro nada.

—¡Suelten, déjenme por favor! ¡Déjenme ir!

—No.

Cerró el puño clavándolo en su estómago. Soltó todo el aire y comenzó a toser, empezó a llorar por el dolor.

—¿El Omega quiere llorar? Haré que lo hagas agusto—rió burlón encestando otro golpe en el mismo lugar.

—Ya...

—Lo siento, no te puedo escuchar.

Acerco la oreja a los labios de Steve haciendo reír a su grupo. Se alejo y dió otro rompiendo el labio inferior del niño.

𝐄𝐥 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚 𝐝𝐞 𝐒𝐈𝐌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora