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Se encontraban en casa del menor, precisamente en su habitación, acostados en la cama, mirándose fijamente.

Han no podía dejar de observar el hermoso rostro de su hyung, desde sus ojitos brillando hasta sus lindos labios rosados, aquellos que no le importaría besar sin parar.

Algo similar pasaba por parte de Minho, admirando los bonitos ojos de su pequeño, sus preciosas mejillitas abultadas y sus labios.

Una cálida sensación se abría paso en el pecho de ambos chicos que se miraban demostrando el más puro de los sentimientos.

Estaban en su burbuja de amor. En la habitación solo se escuchaba el sonido de sus respiraciones y los latidos de ambos corazones sincronizados a un mismo ritmo.

Nada podría interrumpir aquel momento, excepto... el mismo Han Jisung.

-Hyung, ¿podemos hacer algo? -preguntó el recientemente peliazul, mientras una repentina emoción lo invadía.

Aquí vamos de nuevo pensó Minho a la vez que se preparaba para escuchar lo que se le habría ocurrido al contrario en ese instante.

-¿Qué quieres hacer? Porfavor no me digas que es una de tus locuras -expresó el mayor, mientras esperaba algo como "quiero que vayamos corriendo hasta el parque, compremos algodón de azúcar y volvamos mientras me cargas en tu espalda" y podría parecer algo inofensivo y hasta sencillo, pero Minho no veía las cosas de esa manera, para él eso sería casi una pérdida de tiempo.

-No es ninguna locura, ¿porque siempre piensa que será algo extraño? -hablo Han aparentando estar ofendido. El castaño se limitó a observarlo con una cara que decía algo como "¿en serio quieres que te responda?" -Ah solo veamos una película -bien, eso no se lo esperaba, quizá era lo más normal que había pedido durante la semana.

-Esta bien, bebé, ¿que quieres ver?

-¡Enredados! -respondió inmediatamente, no tendría que pensarlo dos veces era una de sus películas favoritas junto con las saga de Harry Potter, y muchas veces que se encontraban juntos miraban dichos filmes.

-¿De nuevo? -El menor asintió en modo de respuesta. Minho ya había perdido la cuenta de las veces que habían visto dicha película de Disney- No quiero... Siempre dices todos los diálogos, cantas las canciones, y no importa cuanto la veas, reaccionas de la misma manera en todas la escenas, no puedo apreciar bien la película así.

Tal vez el mayor se arrepentía un poquito de lo que dijo, en parte era cierto, pero aún así disfrutaba muchísimo las tardes de película junto a su lindo novio.

- P-pero... yo quiero verla con usted, como siempre... -el menor hablaba en voz bajita, mientras un puchero se formaba en sus labios - trataré de no hablar tanto, ¿sí, hyung?

-No, no importa, amor, perdona no quise decir eso, me gusta cuando vemos películas y poder escuchar tu bonita voz cantando, no te preocupes, ¿sí? -el castaño se sentía un estúpido al ver los ojitos cristalizados de su menor, claro que sabía que Hannie era un poco sensible, y él se atrevía a decirle semejante palabrería.

-Entonces... ¿si podemos verla? -habló el menor ya más calmado, el más alto asintió inmediatamente.

Así fue como se dispusieron a buscar algunos dulces y bebidas para empezar a ver la película.

Han estaba entre las piernas del mayor, su espalda pegada completamente al pecho del castaño, mientras este lo abrazaba de la cintura y dejaba leves caricias, ambos atentos a la película que ahora se reproducía en el televisor.

Apenas veinte minutos llevaban observando el filme, cuando pasó lo inevitable, el peliazul se emocionó de más y comenzó a musitar cada palabra dicha por los personajes. Minho luego de un rato también se unió a cantar las canciones.

-Le dedico ésta, hyung bonito -dijo el menor antes de levantarse de su posición, quedando de pie en la cama para proceder a cantar, usando el control remoto de la tv como si fuera un micrófono- Y la luz encuentro al fin, se aclaró aquella niebla, y la luz encuentro al fin, ahora el cielo es azul, es real brillando así, ya cambió la vida entera, esta vez todo es diferente, veo en ti la luz~

Minho no sabía que decir, tantas veces que habían visto la misma película, y ahora el peliazul le dedicaba esa canción.

Aunque el de más edad no lo admitiera, momentos así, junto a su pequeño, viendo a éste ser tal y como es, con una enorme sonrisa adornando su rostro, mirándolo sólo a él, hacian a Minho sentirse la persona más plena, feliz y afortunada por tener a tan maravilloso ser a su lado iluminando sus días.

-Ah, Hannie. No ataques tanto mi corazón -habló Minho luego de salir de sus pensamientos-. ¿Ya vas a besarme?

El menor se acercó rápidamente hasta quedar sentando en su regazo, con las piernas a cada lado de la cadera del mayor, sujeto el rostro de su novio entre sus manitos y procedió a besar aquellos belfos que fácilmente podría considerar su mayor adicción- después de los dulces, claramente-.

Movían sus labios de manera lenta, suave, queriendo sentir el sabor del contrario, intentando transmitir todos los sentimientos que tal vez con palabras no podrían.

Jisung se separó repentinamente, Minho se extraño y antes de que pudiera preguntar que pasaba, el menor se adelantó.

-Perdón, amorcito, aún no termina la peli, después te doy besitos.

-Ash, está bien -Minho se resignó, lo bueno es que la película ya iba terminando y luego tendría todos los besos que quisiera.

Porque estar con Han Jisung y tener y tener una tarde de películas junto a él, podría ser el mejor plan de todos.

hyung!  |minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora