𝟏𝟖🌸

450 45 11
                                    

Ese momento era algo que ambos no podrían olvidar, había sido su primer avance en lo que a lo sexual se refiere y lo habían disfrutado mucho, pero necesitaban de mas, si no fuera porque habían golpeado la puerta de la habitación de Mateo, seguirían por mas.

Manuel, estaba exaltado, ¿cómo podía olvidarse del lugar en el que estaba? Se suponía que trataría de dar una buena impresión y de repente se encuentra en esta situación, conociendo una parte de su novio que solo logro dejarlo mas encendido.

Mateo, estaba con una felicidad que ni siquiera su padre le podría sacar. Esos pequeños momentos con su novio hacían que todo fluyera mejor, porque se sentía seguro con el y muchas de sus vergüenzas, quedaban olvidadas. Estaba contento de la persona que incluso estaba haciendo que se conociera mejor a el mismo.

Después de que su madre los llamara para cenar, ya se encontraban los cuatros sentados en sus correspondientes sillas y viendo en esa mesa, además de los cubiertos, una fuente de fideos con tuco, la comida de la que Mateo, era fanático. Pero, sin embargo la tensión seguía y lamentablemente no sabían como cortarla. Manuel, que estaba sentado a lado de su rosita, sostenía la mano de este, por debajo de la mesa, pensando que ninguno se daría cuenta. Justamente lo habian notado, nada mas que prefirieron darse una mirada de complicidad y no decir nada.

-Bueno.-Hablo Pedro, mientras los demás presentes comenzaban a comer.- Mateo, yo...-

-¿Que paso?- Pregunto Mateo, sin ánimos de recibir alguna ofensa.

-Te quiero pedir perdón por todo.- Ambos se miraban fijamente.- No fui el mejor padre, yo lo se mejor que nadie.-

Se había formado un silencio tan pesado que incluso superaba el anterior y Manuel, sentía como su novio apretaba mucho mas su mano, pero ¿qué podía hacer? no podía simplemente hablar como si nada. El castaño sabia que su novio necesitaba esas palabras de su padre, quedaría en el si decide creerle o no, pero por mucho que quisiera, no tenia nada para aportar, mas que regalarle sus caricias y hacerle saber que estaba ahí.

-No creo que sea buen momento para hablar de esto.- Respondió el pelirrosa, sintiendo como un nudo se formaba en su garganta.

-En algún momento lo tenemos que hablar.- Hablo Pedro, intentando de todas las formas que su hijo, lo escuchara.- Quiero que me entiendas, sos mi único hijo, no sabia como manejarlo y pensé que solo era parte de una etapa, pero tarde mucho en darme cuenta que no era así.- Sentía la mano de su esposa acariciando sus hombros, tratando de alentarlo.- Nunca quise que estos problemas llegaran tan lejos, durante mucho tiempo estuvimos alejados y cuando intentaba ser un buen ejemplo para vos, llegaba a casa y notaba tu tristeza. Tu mama lloraba mucho solo por que mi mente no lograba entenderte.-

-¿Pensase que fue sencillo para mi? Solo necesitaba el apoyo de ustedes y sin embargo, hicieron lo posible por verme infeliz.- Era su momento de decir sus verdades y entender que si quería empezar de nuevo, merecía sacarse todo ese dolor del pecho.- ¿Saben cuanto tiempo me odie a mi mismo por que no me sentía como una persona normal? Ustedes fueron los primeros en decepcionarme y hacerme creer que no estaba bien.-

Sus padres solo se quedaron en silencio, mientras lagrimas salían de los ojos de su madre. Estaban tan cegados por lo que dirían los demás que nunca se dieron el tiempo de pensar seriamente en porque su hijo, ya no era feliz como antes. Miles de recuerdos venían a la mente de esa familia y dolían mucho, porque era algo horrible.

Ellos nunca habían dejado de presumir el hermoso hijo que tenían, pero eso,nunca lo supo. Ellos lo habían defendido de todo lo que las personas decían o creían, pero Mateo, no lo sabia. ¿Cuál era la razón por la que evitaban que las personas conocieran verdaderamente la esencia de Mateo?

ʀᴏsᴀ ʏ ɴᴇɢʀᴏ - 𝑇𝑟𝑢𝑒𝑝𝑙𝑖𝑘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora