𝟎𝟖🌸

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Los rayos del sol chocando con la ventana de la habitación de Mateo dejaban a la vista un ambiente tranquilo. Habían sido parte de los sueños del otro, cualquiera que los pudiera ver se llenaría de ternura ante tan linda imagen.

Manuel, iba recuperando la conciencia al mismo tiempo que un olor dulce parecido al de las frutillas. llegaba a sus fosas nasales, no era fanático de esos perfumes porque tendían a empalagarlo. Pero justamente eso no le estaba pasando, es mas, lo estaba disfrutando. Tenia la necesidad de sentirlo mucho mas, por inercia sus brazos apretaron al cuerpo que estaba a su lado, dándose cuenta que era el portador de tan lindo olor. 

Sus ojos comenzaron abrirse pesadamente al sentir una respiración en su cuello causándole cosquillas, al bajar un poco la mirada se encontró con algo que le causo mas satisfacción que ese perfume. Era mateo que ya tenia las piernas enredadas con las suyas mientras se acomodaba mejor en su pecho. tenia su carita apoyada ahí, dejando sus labios en forma de piquito por lo abultados que se encontraban sus cachetes, sus pestañas tan largas lo hacían ver aun mas delicado.

Sus pensamientos se bloqueaban por momentos, todo se debía al pelirrosa que básicamente estaba sobre el. Nadie mas que el era el causante del lio que tenia en la cabeza, pero no sabia que hacer, lo que menos quiere es que Mateo salga lastimado por cosas que todavía no conocía de el. Hace tiempo pensó que sus sentimientos solo se trataban de una fase de cuando eran niños pero al verlo nuevamente pudo darse cuenta que estaba errado ante eso.

Después de muchos años al no verse, se perdieron la vida del otro. Es que Mateo no sabia que Manuel había sido el mas rebelde, había echo cosas de las cuales no se sentía orgulloso. Pero Manuel no sabia que Mateo sufrió durante esos años la falta de amor por parte de sus padres y el tener que ser el mejor en todo alejándose hasta de sus amigos para no distraerse con nada. Ninguno se daba cuenta que ambos fueron incomprendidos de una manera u otra, que compartían miedos e inseguridades que no conocía nadie mas.

Al terminar de pensar decidió levantarse y mover lo mas despacio ese cuerpo que no lo quería soltar, pero si era sincero, el tampoco quería hacerlo. Su mirada viajaba sobre ese cuerpo que lo tenia loco desde que lo volvió a ver, pero es que recordaba ese día, su corazón parecía dejar de funcionar por lo que le generaba. Y ahí estaba otra vez, pensándolo aun que lo tuviera a su lado. Estaban cerca pero lejos a la vez.

Después de verificar que seguía durmiendo plácidamente al dejarle una almohada en su lugar. Al agarrar su celular se sorprendió al ver que ya eran las cuatro de la tarde, pudo darse cuenta que se había despertado con una erección la cual le genero hasta vergüenza aun que supiera que es normal, de esa manera fue hacia el baño para hacer lo que tuviera que hacer.

Solo unos minutos después Mateo, no sentía ese calorcito que tuvo toda la noche, cosa que lo estaba frustrando porque tampoco sentía que lo estuvieran abrazando, ósea, ya no estaba cómodo, cuando abrió los ojos pudo ver que estaba aferrado a una almohada. Frunció las cejas y la sensación de decepción se apodero de el.

¿Manuel se había ido?

Se sentía iluso al pensar que se quedaría con el. emocionalmente pareciera que le tiraron un balde de agua fría para que entendiera la realidad. Se sentó en la cama, froto su cara esperando que solo fuera un mal sueño, pero por mucho que lo intentara esa era la verdad. No dejo ni un mensaje, ni una nota, nada.

Reviso su celular esperando tener una llamada, pero tampoco fue así. Se sentía mal, quería ocultarlo, sentía que era culpa suya por esperar algo que no puede estar mas alejado de lo que eran ellos. Hasta con un poco de enojo se levanto de la cama sin ánimos de nada y se dirigió al baño con toda la pereza, pero al abrir la puerta se encontró con algo que lo dejo en shock.

ʀᴏsᴀ ʏ ɴᴇɢʀᴏ - 𝑇𝑟𝑢𝑒𝑝𝑙𝑖𝑘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora