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A D V E R T E N C I A
Contenido +18

Los movimientos de Minho se reanudaron, esta vez con mucha mas fuerza que los anteriores, pero eso no quitaba lo placenteros que eran. Seungmin mordía sus labios, deseando que hubiera un cierre en sus cuerdas vocales para así obligarlas a no emitir sonido alguno.

También sabía que al más mínimo sonido algo que produjera, Hyunjin podría despertar. Y eso era un riesgo que el no iba a correr, sus ojos se abrieron de par en par en cuanto sintió como su camiseta era removida, dejando a la vista su muy poco marcado abdomen, puesto que aún no lo tenía como deseaba y estaba trabajando en ello, sus rozados pezones que comenzaban a ponerse erectos, así como también a aquel chico quedando a unos escasos centímetros de su cara.

Las mejillas rosas del castaño, provocaron que Minho sintiera su ser entero irse del mundo, su cuerpo sudoroso ante unos pequeños toques, haciendo el máximo esfuerzo por no gemir o jadear, todo en aquel castaño lo volvía loco.

–Seungmin, oh mi lindo Seungmin– susurró con una voz que hizo que al mencionado se le erizaran todos los vellos de su piel, seguidamente sus labios se abrieron para dejar salir algún sonido obsceno que fue cubierto por sus manos al rededor de su boca, Minho sonrió –No te limites.

Seungmin sintió como los labios fríos de aquel chico se posaban sobre sus pezones, lamiéndolos suavemente mientras todo su ser era atacado por sensaciones de electricidad que recorrían todo su cuerpo haciéndolo sentir aquello placentero.

No, no, no, Seungmin no.

Se golpeaba mentalmente a sí mismo mientras sentía como su cuerpo se calentaba, sus pantalones fueron removidos, dejándolo únicamente en bóxers que le hacían sentirse expuesto e inconscientemente, vulnerable. Minho mordió su labio en cuanto noto como un bulto se divisaba en la parte íntima del menor.

–Se ve enorme– sonrió, en menos de un segundo quitó los bóxers de Seungmin para dejarlo totalmente desnudo y sin esperar algo más, lo giró dejándolo contra la cama mientras aquel trasero redondo quedaba a su vista.

Introdujo su miembro dentro de la apretada entrada y rosada del menor quien enseguida llevó sus manos hasta su boca, callándose a sí mismo o al menos intentándolo. Los movimientos de Minho iniciaron, en un suave vaivén que seguidamente empezó a ser más rudo, dolía.

–Espera, espera– gimió el menor sabiendo perfectamente que había perdido, puesto que un par de jadeos que estaban tratando de ser controlados salía de su boca desde el momento en que la abrió –No lo hagas tan fuerte ahh-h~– Minho sonrió.

Sus movimientos se volvieron mucho más fuertes y rudos. Los gemidos reprimidos del chico bajo suyo incrementaron obligándolo a aferrarse a las sábanas o morder las mismas.

–¿Te gusta cuándo duele?– la voz del chico misterioso resonó en los oídos de Seung –Quién diría que eres un dulce chico con unos fetiches tan raros.

El pene de Seungmin comenzó a derramar gotas de semen así también como el de Minho comenzó a palpitar con fuerza haciendo que unos minutos después ambos alcanzaran el clímax deseado. Seungmin se dejó caer rendido sobre la cama, Minho sonrió dulcemente.

–Perdiste, mi lindo Seung.

Los ojos del menor se cerraron suavemente. Al menos Hyunjin no había despertado.

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