Love Songs - MewGulf

Toothbrush

Como cada año, mi padre realiza una fiesta nocturna en el resort.

"Full moon party" (fiesta de la luna llena) le llama él, porque justo escoge el día en el que la luna se ve completa y hermosa.

Y tal como cada año, te veo llegar.

Tu cabello negro rebelde, despeinado por el aire, tu piel morena que parece brillar bajo la luz de la luna, unos pantalones negros ajustados perfectamente a tus muslos y esa camisa blanca abierta, dejando ver mi nombre en tu pecho con pintura fluorescente.

"Mew" se miraba entre la abertura de tu blanca camisa. Caminaste de esa forma tan sensual y masculina, hasta la barra donde estoy trabajando.

-Hola, guapo.- me saludaste con una coqueta sonrisa.

-Hola, Gulf.- salude de regreso, agradecido porque no pudieras ver mi sonrojo. Uno que solo tú causas.

-¿Hoy no te escribiste mi nombre?.- preguntaste, pues desde la segunda vez que nos vimos hacemos eso, escribirnos el nombre del otro.

Por lo que 5 años después, ya se nos había hecho costumbre.

Con cuidado me desabotone los primeros botones de la camisa blanca y deje ver tu nombre en mi blanco pecho.

-Me encanta.- murmuraste alargando tu mano para acariciar mi piel, haciéndome temblar. -¿Quieres ayuda en lo que terminas tu turno?.-

-Puedes ir a divertirte un rato en lo que termino.- alegó, porque en realidad tenerte a mi lado me distrae del trabajo.

-Sabes que no conozco a nadie y no quiero divertirme con nadie que no seas tu.- con tu hermosa sonrisa me convenciste como siempre.

Tuve que soportar tus sutiles toques, los apretones de mano, las miradas cargadas de deseo y lujuria.

-No tienes idea de como te extrañe este año.- dijiste tan pronto entramos a mi habitación, rodeando mi cintura desde mi costado.

-Hablamos todos los días, Gulf, incluso hacemos videollamadas.- te recordé, pues si, tenemos una especie de relación a distancia.

-Pero extrañé tus caricias, tus besos, tu hermoso cuerpo.- pasaste tus suaves manos por mi cadera, mi cintura, subiendo hasta mi pecho, jugando con mis pezones sobre la ropa.

-Yo también te extrañe.- me voltee y tome tus labios entre los míos, gimiendo de placer al tener tu sabor otra vez en mi paladar.

Cuando menos lo note estábamos desnudos, sobre la cama, contigo sentado sobre mi pelvis, moviendo tus caderas para sentirme deslizando entre tus nalgas. Cada mordida, cada gemido, cada embestida, todo aumentaba el calor que sentíamos.

-Te sientes tan bien.- gemí con gusto, tomando tus caderas para embestirte con más fuerza.

-Ah me encantas.- gemías encantado, apretando mis hombros.

Te llene de mí, como cada año, marcándote una vez más como mío. Contigo manchándome el abdomen con tu cálida esencia.

-Extrañe tanto sentirte dentro de mi, sentir tu esencia cálida.- jadeaste sobre mis labios con gusto.

-Cariño, no tienes que darte prisa.- me apresure a decir cuando vi que querías ponerte de pie.

-Pero...- quisiste hablar pero te bese, apretando tu cintura para detener tus movimientos.

-Puedes dejar un cepillo de dientes en mi casa.-

-Pero tus padres se darán cuenta.- tu mirada me decía que estabas preocupado de lo que ellos pudieran decir de nosotros.