¡¿Quién demonios me envía estas cartas?!

Capítulo 14

El primer partido de Gryffindor se aproximaba, todos armaban un gran caos  por eso, entre los que querían que los leones ganaran y los que los querían ver derrotados.

El profesor Remus Lupin estaba indispuesto ese día, era viernes, un día antes del partido de Gryffindor contra Hufflepuff, y Albus Dumbledore le había pedido al profesor Snape cubrir al profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras para ese día, aunque claro, Severus Snape ya había ideado un plan.

Temprano le tocó clases con los de sexto curso y todo fue bien, les dejó de tarea una larga redacción de cómo reconocer y exterminar a un hombre lobo y a un animago, pero como es obvio, fue con el grupo de Harry Potter con quien se portó más cruel, había restado muchos puntos a la Casa de los leones y no conforme con eso, les había dejado deberes sobre los hombre lobo. Y concluyó esa clase dejando la autoestima de Hermione Granger por los suelos y a un Ronald Weasley enfadado por un castigo que le impuso.

Después del grupo de Potter tuvo clase con los de primer curso de Ravenclaw y Slytherin, estos últimos sonrieron con malicia cuando vieron a su jefe de Casa en el lugar habitual del profesor Lupin.

— Su profesor no me dejó instrucciones específicas de lo que han estudiado hasta ahora — levantó la mano en señal que no quería interrupciones— lo cual me parece muy irresponsable de su parte. 

— El profesor Lupin es el mejor profesor que tenemos— objetó con osadía un chico de Ravenclaw.

— No tolero interrupciones en mi clase, señor Taylor, ¡5 puntos menos para Ravenclaw!

— Eso es injusto, señor— exclamó Amber Cahill. Amy le ordenó con una  mirada dándole a entender que se callara.

— ¿Ha dicho usted algo, señorita Cahill?

— Sí, que es injusto lo que hace y cómo se expresa del profesor Lupin.

— No voy a tolerar este comportamiento en mi clase — susurró arrastrando las palabras— está castigada, Cahill.

Los niños de primero reprimieron todas sus quejas y lo único que pudieron hacer fue mirar a su profesor con intenso odio. 
Amber se ocultó entre sus libros, dolida.

— Después de esta... Inauguración de la clase, vamos a hablar acerca de los hombre lobo...

— Pero profesor, no vamos a ver sobre licántropos hasta tercer año, no viene incluido en nuestro plan de trabajo de este curso— agregó apresuradamente Grace Smith, la Ravenclaw que creía era mejor estudiante y sabía todas las respuestas que los demás.

“ Presumida >sabelotodo< Smith” pensó deliberadamente Snape.
“¡Ay pero qué fastidio!”  rodó los ojos Amy al escuchar a su compañera, algo que no pasó desapercibido por su amigable profesor quien por primera vez pudo ingresar a su mente sin obstrucción, aunque sólo fueron unos segundos. 

— ¿Acaso es usted la que está dando la clase, señorita Smith? ¡10 puntos menos para Ravenclaw y será mejor que mantenga la boca cerrada!

Amy Dempsey resopló inconforme al igual que los otros, por un momento la pequeña pelinegra cruzó mirada con Snape.

“Es demasiado cruel” Severus escuchó claramente este pensamiento.

— ¡Ya la oí, señorita Dempsey!— exclamó Snape y todo el mundo pensó que estaba loco, pues Amy no había hablado ninguna vez durante la “clase”

“Eso es obvio” Severus la miró incrédulo, ¡esa niña tan insignificante le había hablado mediante su mente! ¡Le había hecho llevar un mensaje ocupando sólo el poder mental o manipulando la mente de él! Tuvo que concentrarse mucho para lograr conectarse con ella.