Capítulo 2

445 52 11
                                    

El primer día había sido como todos los del año anterior y como serian todos los de este nuevo año escolar: aburridos, estresantes y patéticos, lo único divertido que tenía ser profesor de Hogwarts era que podía restarle puntos a cualquier alumno y castigarlos, o al menos eso era lo que pensaba Snape.

Una vez que Dumbledore se había quedado solo en su despacho, pensó seriamente lo que le dijo su muchacho, claro que las cartas de los muggles podían llegarle a los magos, como hace tantos años le había llegado la carta de Petunia Dursley en ese tiempo, Evans. Sabia a qué base refería la persona de aquella carta pero no se lo podía decir a Severus, no todavía.

Por otro lado el oscuro profesor trataba de parecer lo más normal posible, muy pero muy en el fondo le interesaba saber sobre la persona que le envió la carta, pero sabia muy bien disimular su curiosidad. Hacía su ronda por los pasillos del colegio cuando visualizó una figura entre las sombras, rápidamente empuñó su varita y se preparó para atacar, pero unos  segundos después quien salió de entre la oscuridad era Lupin.

—La luna llena ya pasó hace algunas noches, Lupin— Snape arrastraba las palabras mientras hablaba— no hay necesidad de estar deambulando por los pasillos en la noche.

—Buenas noches para ti también, Severus— contesta con una vaga sonrisa Remus.

—¿Qué haces aquí?— quiso saber el oscuro profesor.

—Vamos a hacer ronda esta noche, profesor Snape, creí que el director ya
se lo había comentado.

Era cierto que en todo el día no había intercambiado con Dumbledore mas que saludos. Hasta llegó a pensar que él lo estaba evitando.

—Pues siga haciendo su ronda, "profesor" Lupin.

Con porte elegante, Snape dio la media vuelta y con pasos firmes caminó hasta doblar el pasillo y dirigirse hacia las mazmorras. Una vez llegó a sus aposentos se dedicó a despojarse de sus prendas y con ayuda de su varita se puso la pijama, pero antes de acostarse en su cama, se sirvió un vaso de Whisky de Fuego y esperando con ansias la llegaba de la carta de mañana.

*******

Severus, con pasos elegantes y precisos caminaba por los pasillos restándole puntos a los demás alumnos que no fueran de Slytherin sólo por respirar. ¡Qué novedad!

Llegando a la mesa de profesores se dispone a saludarlos (sólo por compromiso) y a servir su desayuno. Aunque intentaba disimularlo, Dumbledore sabia perfectamente que su muchacho se moría de ansias por recibir otra carta. Grato momento cuando las lechuzas arribaron en el Gran Comedor, una lechuza nuevamente se dirigió a Snape y éste le quitó la carta que traía atada a su pata y le depositó un galeón en una diminuta bolsita que traía colgada la lechuza. Sabia que un galeón era mucho, pero no quería llamar más la atención de todo el comedor, eligiendo apropiadamente las monedas que tenia que pagar.

Snape guardaba la carta de entre sus túnicas sin percatarse que el viejo director lo miraba con una enorme sonrisa.

*******

Decir que estaba enfurecido era poco, estaba que podría, con su mirada asesina, hacer que el mismo diablo congelara el infierno. Había escuchado decir entre risas a esos mocosos, sobre la magnifica primera clase que Lupin tuvo con los de tercer año, ¡con el grupo del maldito Potter! Con los puños cerrados fuertemente, el pocionista iba con dirección al despacho de Dumbledore.

Llegando a la gárgola dijo la contraseña y las escaleras lo dejaron hasta la puerta del despacho, tocó la puerta esperando la respuesta cuando el viejo director lo invitó a pasar después de un segundo.

—Muchacho, ¡qué gusto verte! Adelante.

Snape gruñe.

—Creo que ya sabe sobre la clase de Lupin.

—Algo oí, sí— el enojo de Severus aumentaba más.

—¿Y qué dice sobre eso?

—Que deberías provocarle menos temor a tus alumnos, muchacho — dijo el director apaciblemente.

—¡Lupin se ha burlado de mí!—exclamó el oscuro profesor fuera de sí.

—Lupin no es responsable que el boggart de Longbottom haya tenido su forma— Snape iba a decir algo, pero prefirió guardar silencio— ¿qué dice la carta que recibiste esta vez?

Snape prolongó más su silencio.

—No sé cómo esa muggle sabe tanto sobre el mundo mágico—contestó después en un susurro— sabe sobre el Quidditch, las Casas de Hogwarts y sobre James Potter.

El profesor Dumbledore se quedó pensando en como se lo diría a Snape, pues ya no había mas duda, él sabia el por qué aquella muggle sabía tanto de ellos.

—Severus, ¿Recuerdas a los señores Rowling?

—No me cambie el tema, por favor.

—¿Recuerdas que entre sus hijos estaba Joanne Rowling?— Albus siguió ignorando lo que Severus había dicho anteriormente.

—Por favor, ¿eso a qué viene?

—Joanne Rowling tenía (y tiene) el poder de la adivinación, después de que su familia se mudará al mundo muggle, ella comenzó a escribir libros sobre la vida y el universo de Harry Potter. Hace poco terminó el ultimo libro en que Harry tiene los diecisiete años. Todo el futuro del mundo mágico está escrito en esos libros, Severus.

—Es por eso que ella cree que soy un personaje ficticio...

—Así es, muchacho. Pero nosotros los magos no podemos leer esos libros— terminó el viejo director con un  suspiro de resignación.

—¿Por qué?

—Rowling los hechizó para que no supiéramos nuestro futuro y no cayera en manos de Voldemort — Severus se estremeció al escuchar el nombre de su antiguo señor. No por miedo, sino por algo más.

—¿Y ahora qué se supone pasará?

—Que tendrás que recibir cartas de tu admiradora y no enviarle respuestas. Nuestro mundo no puede ser descubierto por muggles que no estén relacionadas con él, ellos creen que somos productos de un mundo fantástico de Rowling y así tiene que seguir. ¡Júralo, Severus!

—Lo juro. Con su permiso, señor director.

—Hasta mañana, profesor Snape.

El oscuro profesor salió de la oficina del director pensando en lo que él le había dicho referente a Rowling y lo que los muggles creían que era el mundo mágico, esperaba ya no volver a recibir más cartas pero algo en su interior le decía que estaba muy equivocado.

*

*

*

*

*

*

*

Capítulo dedicado a MaryanBonyta

¡¿Quién demonios me envía estas cartas?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora