𝚆𝚘𝚖𝚊𝚗 𝚇 / 𝑺𝒕𝒆𝒗𝒆 𝑹𝒐𝒈𝒆𝒓𝒔 II

8

***

James casi no tenía fuerzas y había quedado completamente dormido en los asientos traseros.

Llevaban horas conduciendo y la noche había comenzado. El camino de tierra provocaba leves sacudones que, al principio, servían para que Mal no se quedará dormida, pero el peso de los días y la falta de descanso comenzaron a pasar factura.

- Descansa - exigió Laura de manera brusca, mirando a su hermana de manera insistente -

- No - contradijo Malia casi en un quejido, mirándola solo de reojo - Pero tú su deberías, hemos pasado por mucho y apenas eres una niña - agrego murmurando las últimas palabras -

Continuaron unos metros más en silencio, hasta que los ojos de Mal comenzaron a cerrarse automáticamente y vaya perdiendo la conciencia poco a poco.

- Oye! - se quejo al momento que Laura tomo el volante de manera repentina debido a que el vehículo comenzaba a salirse del camino -

- Descansa - volvió a exigir la niña con el ceño fruncido -

- Quédate de tu lado y duérmete - la regaño Malia con el ceño igual de fruncido -

Minutos después la misma situación volvió a repetirse pero está vez, la niña desvió la camioneta a un lado del camino.

- Qué crees qué haces? - pregunto Mal con molestia -

- Duerme - dijo Laura mirándola fijamente -

La coyote ya no tenía fuerzas ni ánimos de seguir peleando, así que solo dejó caer su cuerpo sobre los asientos de piloto y copiloto.

Una vez que quedará completa y profundamente dormida, Laura deslizó con delicadeza la cabeza de Malia desde sus muslos hasta el asiento de copiloto. Bajo del vehículo y lo rodeo por delante, quitando una pierna de su hermana del asiento de copiloto para sentarse sobre la otra y así poder ver con claridad el camino.

Encendió el vehículo sin dificultad y continúo el viaje por su cuenta, dejando que su pequeña familia descansara.

***

Malia y James comenzaron a quejarse por la luz segante proveniente del sol. Se removieron molestos en su lugar y comenzaron a abrir los ojos lentamente hasta toparse con el techo de la camioneta.

- En dónde estamos? - se adelantó a preguntar Logan mientras se enderezaba con dificultad en los asientos -

- No lo se - respondió Mal entre quejidos con el cuerpo entumecido debido a su mala posición para dormir -

Ambos salieron del vehículo y soltaron un par de gruñidos por el sol. En cuanto lograron acostumbrar la vista a la luz, giraron sobre su propio eje, intentando adivinar en donde se encontraban.

- Y Laura? - pregunto Malia mirando al mayor pero este solo se encogió de hombros y nego levemente -

Logan paso su brazo por encima de los hombros de Mal, para poder sostenerse. Caminaron algunos metros a paso lento.

El lugar era seco y parecían estar en un cráter, rodeado de grandes montañas rocosas.

- Vengan aquí! - grito Laura desde lejos - Vengan! Vengan aquí! -

La niña estaba sobre una pequeña pero alejada montaña. La vista de los mayores viajo desde ella hasta un pequeño puesto de vigilancia donde otros niños los observaban.

- Pero, qué...? - balbuceó Logan antes de desmayarse -

- Papá! - dijo Mal, intentando no caer con él -