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- Budapest? - pregunto Thomas camiando a la par de su madre - Estás segura de que es aquí? No es algo... turístico, tal vez?

- Budapesh - corrigió Malia - Y si, estas son las coordenadas que Natasha me envió. Camina -

- Y qué crees que estoy haciendo? Pasear? - el castaño trago en seco al notar la severa mirada que le brindo su madre -

***

Llegaron a un viejo edificio, con varios departamentos y muy pocas personas alrededor. El ascensor estaba descompuesto, por lo que tuvieron que tomar las escaleras y subir hasta el último piso.

Caminaban con cautela o al menos Malia, ya que Thomas parecía morir en cada paso que daba.

- Cuánto falta? - pregunto quejándose y casi sin aliento - Soy muy joven para morir -

Mal estuvo a punto de retrucarlo cuando logró oír unos fuertes golpes a lo lejos, parecían provenir de una pelea y quien mejor para estar en una que Romanoff.

- Apresurate! - le ordenó la coyote antes de salir corriendo a toda prisa cuesta arriba -

- Maldición - murmuro por lo bajo Thomas, comenzando a correr tras su madre -

En cuanto llegaron, Malia tiro la puerta con una patada y se adentró en el departamento pero se quedó estática en su lugar al ver a dos mujeres tiradas en el suelo y con unas cortinas envuletas en sus cuellos.

- Natasha? - hablo Thomas em cuanto llego, rompiendo el silencio del lugar - Quién es ella? - pregunto señalando a la mujer rubia que estaba a su lado -

Mal se acerco hasta ellas y extendió su mano a Natasha para ayudarla a ponerse de pie.

Ambas se quedaron viendo, aún tomadas de las manos, mientras que Thomas ayudaba a la otra chica.

- Qué tal? Soy Thomas Sta... -

- Stark - interrumpió la rubia en seco - Se quienes son - agrego dandole una mirada rápida a la coyote - Yelena Belova - se presentó -

- Viniste - hablo Natasha captando la atención de los otros dos - Creí que Stark no te dejaría hacerlo - intento bromear -

- Él no me dice que hacer - respondió tajante Malia - Además...no me perdería una misión suicida por nada - agrego aflojando sus facciones y dando a entender que todo estaba bien -

Nat le dió un leve asentamiento de cabeza y luego los cuatro quedaron parados en medio de la sala ,viendose unos a otros.

- Así qué tu eres Yelena... - dijo Malia observando a la susodicha- Qué tan jodida estás? - suspiro mirando a Nat -

- Lo suficiente como para tener que llamarte - respondió la pelirroja - También me da gusto verte, Thommy - agrego sonriendo ampliamente - estás enorme -

- Solo paso año y medio, no eh envejecido tanto - contesto Thomas - Aunque no puedo decir lo mismo de ti - bromeo ganandose un golpe en el hombro y una mala mirada - olvide lo fuerte que eres - se quejo -

- Tengo una pregunta - interrumpió Malia - Qué haces tú en Budapesh? - indagó mirando a Yelena -

- Vine aquí porque creí que ella no vendría - respondió camiando hacia la cocina y tomando una de las botellas de vodka para luego beber el líquido en unos vasos - Pero ya que viniste, qué bala hace eso? - pregunto señalando la pared detras de Natasha -

- No son balas, son flechas - respondió amargamente, dando una mirada rápida a la pared dañada - Si no creías que vendría, por qué me enviaste esto? - pregunto molesta, colocando unas capsulas y una foto vieja sobre la mesa -

𝚆𝚘𝚖𝚊𝚗 𝚇 / 𝑺𝒕𝒆𝒗𝒆 𝑹𝒐𝒈𝒆𝒓𝒔 IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora